Los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y Ecuador, Rafael Correa, discutieron este jueves en Cochabamba la posibilidad de abandonar la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) si no se reforma para 2014, en un encuentro en el que se ausentó el venezolano Nicolás Maduro. AFP
En declaraciones conjuntas a la prensa, Morales y Correa dijeron que siguen de cerca el papel de la Corte de la OEA y que esperarán hasta 2014 las reformas solicitadas desde hace varios años.
“Si no hay cambios, pues reflexionaremos seriamente sobre nuestra continuidad en ese sistema interamericano de derechos humanos que tiene evidentes contradicciones”, afirmó Correa.
Explicó que es un contrasentido que la sede de la Corte IDH esté en Washington, cuando Estados Unidos no se adhirió al Pacto de San José.
Los cambios refieren al financiamiento e igualdad en las relatorías, y que no sean un espacio que responda “a la política internacional de un país o la defensa de ciertos capitales”, agregó.
“Por eso hemos decidido esperar hasta la nueva asamblea de la Organización de Estados Americanos el año próximo” en Paraguay para tomar una decisión, complementó el mandatario ecuatoriano.
Morales, por su lado, destacó la trascendencia del encuentro con su aliado político, con quien integra además la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), junto con Cuba, Nicaragua, Venezuela y un grupo de islas anglófonas del Caribe.
“Tengo mucha esperanza en Unasur, mucha esperanza en el Celac (ndlr: Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños)”, agregó el presidente boliviano.
Morales también volvió a criticar el funcionamiento de la ONU en territorio estadounidense y sugirió “cambiar la sede de Naciones Unidas y llevar a otros país, si en Estados Unidos no nos sentimos seguros”, por la “presión” de otorgar visas y los permisos para vuelos aéreos.
Ausencia de Maduro
Maduro suspendió a última hora su presencia en el encuentro con sus pares de Bolivia y Ecuador por recomendaciones médicas, luego de padecer un virus gripal, según informó el gobernante venezolano en Twitter.
“Lamento no haber viajado a nuestra hermana Bolivia, un virus gripal me lo impidió, le envío un abrazo a Evo y Correa hermanos del ALBA”, escribió Maduro.
Un equipo de avanzada de la comitiva venezolana había llegado a Cochabamba un día antes en un avión que sufrió un percance al aterrizar cuando una de las llantas reventó, aunque sin causar daños personales.
Los temas bilaterales y el mar
Correa indicó que en la reunión con Morales trataron asuntos referidos a los programas económicos y sociales que se impulsan en los países del “socialismo del siglo XXI”.
Incluso expresó su apoyo a Bolivia en su centenario reclamo a Chile por una salida al mar, la que perdió en una guerra a fines del Siglo XIX, cuando cedió 400 km de costa.
“Bolivia tiene todo (riqueza natural), pero le falta esa salida al mar y el compromiso de toda nuestra América (es) luchar por que se haga justicia con nuestra querida Bolivia”, afirmó el mandatario ecuatoriano.
En las mesas de diálogo, Ecuador acordó transferir a Bolivia su experiencia para facilitar el regreso de los migrantes con su “Plan Bienvenidos a Casa”, así como un sistema informático para el control de químicos que se usan en fabricar cocaína.
Bolivia es el tercer productor mundial de esta droga, después de Perú y Colombia, dos vecinos de la nación ecuatoriana.
La ministra boliviana de Desarrollo Productivo, Teresa Morales, reveló tras concluir la reunión bilateral que Ecuador tiene interés en comprar mates de coca. “Estamos encantados en que Ecuador tenga ese interés y podemos promover las exportaciones de la hoja de coca”, destacó.
Al final de su visita, Correa estuvo junto a Morales a la localidad de Ivirgazama, zona productora de coca y bastión político del presidente boliviano, donde participaron en un acto público con miles de asistentes en el estadio de fútbol de la localidad.
Los gobiernos de Ecuador y Bolivia –junto a Venezuela, Nicaragua y Cuba– conforman un bloque político de izquierdas en América Latina que combate permanentemente las políticas de Estados Unidos, calificándolas de “imperialistas”. AFP