Poco más de dos años quedan para el bicentenario de la muerte del que es considerado “padre” de la emancipación americana, continente para el que llegó a redactar una Constitución política que reflejaba su idea de una América unida desde la frontera norte de México hasta la Patagonia, pero aún no puede saberse si para entonces habrán concluido los trabajos que determinen cuáles son sus restos, según han informado a Efe fuentes universitarias.
El Gobierno de Venezuela encargó en 2006 a la Universidad de Granada (sur de España) estos trabajos científicos que son muy lentos cuando se trata de comparar, como en este caso, el ADN con el de otros restos óseos de familiares.
Los posibles restos del general Miranda serán comparados con los de su hijo Leandro Miranda, que el pasado mes de mayo fueron exhumados en París, donde está enterrado.
La investigación científica se centra ahora en establecer una comparación de ADN del cromosoma “Y” y ADN autosómico de los diversos restos exhumados en La Carraca -entre los que pueden estar los de Miranda- y los de su hijo Leandro.
Los restos de la fosa común de La Carraca fueron exhumados en 1972 y el año siguiente se efectuó un estudio antropológico que no obtuvo resultados concluyentes, aunque se apartaron 14 huesos que podrían pertenecer al militar por su antigüedad y por las características corporales de peso y talla, de entre los huesos de 19 cadáveres de la fosa común.
Desde entonces, los supuestos restos del Generalísimo Miranda se conservan en un arcón en la celda en que estuvo preso los últimos años de su vida en Arsenal de La Carraca, unas instalaciones de la Armada española en San Fernando (Cádiz).
Los trabajos de la Universidad de Granada se encuentran en coordinación con los de la comisión presidencial dirigida por la historiadora venezolana Carmen Bohórquez, una de las máximas especialistas en la vida y la obra de Miranda.
Venezuela tiene una tumba preparada para Francisco de Miranda desde finales del siglo XIX, en el Panteón de los Libertadores, a la derecha de la tumba de Bolívar, y desde entonces han sido múltiples los intentos de buscar e identificar sus restos, en lo que ya es un asunto pendiente desde hace algo más de un siglo.
Amigo de Catalina la Grande de Rusia, Miranda se formó como militar en España, participó en la Revolución Francesa y se le considera un héroe de la Independencia de los Estados Unidos, además de ser autor de numerosas obras literarias y de teoría política, algunas escritas en Londres, donde se retiró hasta ser llamado para ponerse al frente de la revolución independentista americana.
Ya en Venezuela, su capitulación ante el general español Monteverde, convencido de que si enfrentaba sus tropas en aquel momento las perdería por completo y la causa americana quedaría sin defensa por un largo periodo de tiempo, le supuso ser acusado de traición por sus compañeros de armas, que lo entregaron a los españoles.
Sobre la actuación de Miranda y las de sus compañeros de armas, incluido Bolívar, en aquel momento histórico hay diversidad de opiniones, como demuestra la reciente novela histórica del escritor canario -los padres de Miranda eran canarios- Juan José Armas Marcelo, titulada “La noche que Bolívar traicionó a Miranda”.
EFE/Alfredo Valenzuela