Federico A. Black: Habilitante para seguir hundiendo

Federico A. Black: Habilitante para seguir hundiendo

Venezuela es un país que en las última década (para hablar posterior a la promulgación de la actual Constitución Nacional) al que no le ha faltado ni una sola ley, porque hasta redundante se ha sido en materia legislativa llegando al punto de elaborar una ley especial para penar el robo y hurto de teléfonos celulares cuando cualquier apropiación indebida de un bien ajeno, ya supone un delito (tipificado en el Código Penal).

El Estado venezolano, en principio es un Estado de derecho en el que existen 5 poderes en principio independientes, pero 3 de ellos son de vital importancia para la justicia y seguridad jurídica, en virtud que el poder legislativo hace las leyes, el judicial juzga y hace justicia en base a ellas y en nombre de la República y el poder Ejecutivo gobierna en base las leyes y siempre bajo la vista del Poder Judicial que debe garantizar el cumplimiento de la norma en la ejecución del poder.

Desde el expresidentes Chávez se ha tomado la pésima costumbre de pedir al poder legislativo poderes especiales para encargarse de asuntos específicos sin necesidad de esperar el visto bueno por parte de la Asamblea Nacional, que estamos claros de tratarse de un asunto de verdadera urgencia, esperar que un foro político (y tan polarizado como el nuestro) llegue a acuerdos, podría suponer retrasos serios para la solución de problemas.

La pregunta del tapete hoy día debe ser ¿Realmente necesita el Presidente una habilitante? Cuando sabemos perfectamente bien que en la práctica todos los poderes se encuentran sumidos ante el Ejecutivo y que este último obra a sus antojos sin que nadie siquiera se atreva a dudar la legalidad de su actuar.

Desde Chávez hasta Maduro, se han firmado convenios internacionales que por su carácter enajenador del capital público, debieron pasar por el debate de la AN para que la representación de todos los sectores del país validaran o rechazaran la firma de tales asuntos internacionales porque nos pondrían (como de hecho nos colocaron) en alto nivel de endeudamiento y con muy poca capacidad de pago.

El Poder Ejecutivo ha confiscado bienes privados sin los respectivos trámites administrativos y mucho menos el pago a sus legítimos propietarios como ordena la Constitución y las leyes sin que algún tribunal competente se atreviera a cuestionar la medida administrativa y poner orden en el asunto para garantizar los derechos de los ciudadanos ante el Estado.

Seguir ahondando en la real necesidad política de una ley habilitante, sería llover sobre mojado porque sabemos muy bien que no es más que un argumento para satisfacer el egocentrismo político del gobierno, quien necesita permanentemente recordarse asimismo y al país que hacen lo que les venga en gana.

Lo que sí deberíamos analizar es la verdadera relevancia de semejante pericón ante las medidas que se deben tomar para solventar la profunda crisis que se día tras día se afianza más en la sociedad, mermando ya no asuntos de lujo y quizá de segunda o tercera necesidad, sino que ya escasea la comida, medicinas e insumos de primera necesidad para la población.

El gran fracaso y peor daño que la administración chapista ha tenido sobre Venezuela, ha sido el descalabro a la industria petrolera PDVSA, siendo ésta la única que podía pagar (y pagaba) las cuentas del país y suplir las necesidades básicas de los ciudadanos que con el avance del tiempo han generado mayor dependencia del sector público por la destrucción del aparato productivo nacional.

Resulta, que la primera medida que toma Maduro como “luz” ante la crisis económica es destituir a Nelson Merentes (como vicepresidente económico, aunque pudiera quedarse en finanzas) para designar a Rafael Ramírez como Vicepresidente del área económica y manteniendo a Jorge Giordani en Planificación. Ya por ahí, merece la calificación de error, porque Ramírez acabó con PDVSA y Girdani ha sido el pilar comunista de la economía manteniendo los controles sobre la sociedad en materia económica.

La crisis es absolutamente grave y preocupante, pero con más controles y pedidora de créditos internacionales (que ya no nos dan) no se van a solventar. Acá lo que el gobierno tiene que hacer, es llamar a los empresarios, sentarse con ellos y dar facilidades para reimpulsar el aparato productivo, disminuir las importaciones, generar puestos de trabajo y así incluir a más venezolanos en la economía formal para disminuir la dependencia hacia el sector público.

Otra cosa que se debe hacer inmediatamente, es ir suprimiendo poco a poco los controles impuestos; principalmente en materia económica (léase controles de cambio) porque son los que a la larga, terminan generando e impulsando la corrupción por quienes tienen la posibilidad y capacidad de meter la mano en el guiso.

En conclusión mí estimado lector. No ponga mucha esperanza en la intensión de Maduro para “solventar” la crisis económica y además “luchar contra la corrupción” porque si quieren hacerlo, con voltear y ver a quienes se sientan en la mesa del consejo de Ministros, sería suficiente…

Federico A. Black B.

@FedericoBlackB

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