La presidenta argentina Cristina Kirchner, de 60 años, fue operada con éxito para extraerle un hematoma en la cabeza, anunció este martes el subsecretario de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro, informó AFP.
“La operación ha sido satisfactoria. Ha ido muy bien. La presidenta está de buen ánimo y ya está en su habitación”, dijo el vocero al hablar desde una tarima en las puertas de la Fundación Favaloro, donde fue intervenida.
Sus palabras fueron recibidas por una aclamación de decenas de militantes que llevaron su solidaridad a la mandataria y esperaban la información.
El parte médico, el único que se difundirá este martes, indicó que la presidenta “evoluciona favorablemente” tras una cirugía “sin complicaciones” y permanece en una sala de cuidados intensivos.
“En el día de la fecha se le realizó la evacuación de un hematoma subdural derecho a la presidenta”, indicó el parte repartido a la prensa en las puertas del sanatorio, ubicado a 400 metros del Congreso en pleno centro de Buenos Aires.
El informe agregó que previo a la cirugía “fueron descartados los riesgos cardiovasculares a través de distintos exámenes complementarios”.
“La paciente evoluciona favorablemente permaneciendo internada en la unidad de cuidados intensivos”, precisó.
El próximo parte médico se dará a conocer el miércoles al mediodía, indicó Scoccimarro.
Más temprano
La presidenta Cristina Kirchner, de 60 años, fue operada este martes para extraerle un hematoma de la cabeza y se recupera de la anestesia en un sanatorio de Buenos Aires, a 19 días de cruciales elecciones legislativas en Argentina.
“La operación terminó. La presidenta se está recuperando de la anestesia. Esperamos el parte oficial”, anunció Daniel Scioli, gobernador de la provincia de Buenos Aires, el principal distrito electoral del país, y jefe del gobernante peronismo.
La página web del gobierno anunció esta mañana que la presidenta se sometía a una operación para “evacuar el hematoma subdural crónico diagnosticado”.
El sábado se le detectó un coágulo entre el cerebro y el cráneo a raíz de un traumatismo sufrido el 12 de agosto y los médicos le indicaron un mes de reposo.
Pero el domingo la presidenta sintió un hormigueo y falta de fuerza en su brazo izquierdo por lo que los médicos decidieron operarla en la Fundación Favaloro, un reconocido sanatorio privado, a 400 metros del Congreso, en pleno centro de Buenos Aires.
Allí recibió, la noche del lunes, la visita del vicepresidente Amado Boudou, de 50 años, quien de hecho quedó a cargo del Ejecutivo en plena campaña electoral, aunque no se anunció oficialmente el traspaso temporal de mando.
“Es una operación sencilla, de corta hospitalización, quizás de tres días, y luego una rehabilitación. Para retomar la actividad completa tomará de 4 a 6 semanas”, afirmó a la AFP Anders Cohen, jefe de Neurocirugía del Brooklyn Hospital Center de Nueva York, en una entrevista telefónica.
El especialista explicó que “el pronóstico debería ser muy bueno”.
“Se hace una incisión, se abre una ventana, esto dura unos 45 minutos, no es un procedimiento largo. Se remueve la sangre acumulada y se asegura que no quede ninguna actividad sanguínea en el lugar. Luego se le coloca un drenaje que normalmente el paciente tolera muy bien”, precisó.
Traspaso en plena campaña electoral
“Lo que pide la presidenta es que mantengamos la gestión y en eso nos va a encontrar”, dijo Boudou el lunes en un acto en Casa de Gobierno.
Sobre el traspaso, el constitucionalista Daniel Sabsay dijo a la AFP que la “Constitución no dice nada sobre un caso así” pero advirtió que “lo más prolijo hubiera sido que la presidenta pidiera licencia al Congreso y se hiciera el traspaso al vicepresidente”.
El traspaso de mando cobra relevancia en plena campaña electoral hacia las legislativas del 27 de octubre cuando se renuevan la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado, a mitad del segundo y último mandato de Kirchner.
Tras sufrir el oficialismo una derrota en varios distritos clave en las primarias de agosto, la presidenta se lanzó de lleno en la campaña para intentar revertir la tendencia y mantener la mayoría en ambas cámaras.
Boudou tendrá por lo tanto la tarea de encabezar los numerosos actos de campaña que tenía previstos la presidenta en todo el país, en momentos en que los sondeos de opinión pronostican otro triunfo de la oposición en la emblemática provincia de Buenos Aires, el mayor distrito.
Pero Boudou cuenta con muy baja popularidad. Es “el funcionario que tiene la peor imagen en el gobierno”, afirmó la directora de la encuestadora Management and Fit, Mariel Fornoni.
El vicepresidente, exministro de Economía entre 2009 y 2011, es investigado en la Justicia por presunto tráfico de influencias en favor de una empresa gráfica, aunque no se han hallado pruebas en su contra y no está inculpado.
La mandataria sufrió cuadros de hipotensión desde su primer mandato en 2007 (reelegida en 2011 por otros cuatro años) pero su mayor problema de salud fue un diagnóstico de cáncer que resultó errado según se comprobó tras serle extirpada la glándula tiroides en enero de 2012.
En aquella oportunidad, Boudou asumió formalmente la presidencia durante 20 días. Pero se mantuvo con bajo perfil.
“Fuerza Cristina”, rezan las pancartas
“Fuerza Cristina”, “Vamos que todo se puede!” “Mejorate pronto”, “El país y los jóvenes están con vos”, “Sos irreemplazable”, “Todos con Cristina”, “En las buenas y en las malas con vos”, se lee en carteles.
Una gran escultura ubicada en el ingreso al sanatorio sirve de base para una suerte de altar coronado por una foto de Cristina Kirchner y su esposo, el fallecido expresidente Néstor Kirchner (2003/2007).
Allí fueron colocadas una imagen de la virgen de Luján, patrona de los argentinos, una del Gauchito Gil, una divinidad pagana con centenares de miles de fieles en el país, y una bandera con la imagen del papa Francisco, de origen argentino, junto a decenas de carteles y flores.
También han enviado mensajes de aliento varios presidentes de la región, como el boliviano Evo Morales, el ecuatoriano Rafael Correa, la brasileña Dilma Rousseff, el venezolano Nicolás Maduro, el colombiano Juan Manuel Santos, el uruguayo José Mujica y el nicaragüense Daniel Ortega.
La oposición expresó su solidaridad con Kirchner pero también su inquietud por la falta de información.
“Estamos preocupados y todos deseamos que la presidenta se recupere rápidamente. También sentimos un enorme nivel de incertidumbre porque no se está dando toda la información que se debería”, dijo el alcalde de Buenos Aires, el conservador Mauricio Macri.
AFP