La casa del gobernador de la provincia argentina de Santa Fe, Antonio Bonfatti, fue baleada por cuatro encapuchados que circulaban en moto, en un ataque atribuido este sábado a organizaciones violentas vinculadas con el narcotráfico.
En una rueda de prensa este sábado en la sede de la Gobernación, el mandatario socialista manifestó su decisión de “ratificar el rumbo de combatir las organizaciones violentas”.
El hecho ocurrió la noche del viernes cuando el gobernador y su familia se encontraban en su casa particular en la ciudad de Rosario, 310 km al norte de Buenos Aires, pero nadie resultó herido.
El frente de la vivienda recibió 14 impactos de bala, precisó el vocero del gobernador, Sergio Umaski, y según vecinos que fueron testigos, los disparos se efectuaron desde dos motos que llevaban dos personas cada una.
“Venimos a ratificar el rumbo de combatir las organizaciones violentas. Lejos de amedrentarnos nos dan más fuerza. Nos están diciendo que vamos por el buen camino. Me siento más fuerte que nunca. Vamos a seguir redoblando nuestro accionar cotidiano”, declaró Bonfatti.
Los delincuentes no dejaron mensaje explícito ni se identificaron con algún grupo, pero en el gobierno santafesino relacionaron el episodio con investigaciones que lleva adelante la justicia provincial para desarticular bandas vinculadas al narcotráfico.
“Hay muchas personas que se sienten molestas porque hay una decisión política muy fuerte de este gobierno de ir contra el delito. Uno presume que allí puede estar la autoría de este hecho”, afirmó este sábado el ministro de Seguridad de la provincia de Santa Fe, Raúl Lamberto.
En declaraciones a la prensa, sostuvo que “ante las bandas narcos siempre hace falta el aporte federal, no tengo dudas de que hace falta un gran acuerdo institucional para que trabajemos entre todos”.
“Lo que se hizo y se está haciendo es muchísimo. Hoy tenemos grandes bandas detenidas. Eso no es menor, pero sabemos que este es un trabajo largo, difícil, muy complejo”, advirtió.
Bonfatti recibió la solidaridad de todo el arco político provincial y nacional, así como de ministros y funcionarios del gobierno federal.
“Este es un hecho que preocupa y que merece la condena y el repudio”, dijo el ministro argentino de Defensa, Agustín Rossi, oriundo de Rosario y dirigente del peronismo opositor en la provincia, que acompañó a Bonfatti en la rueda de prensa. AFP