En la planificación estratégica el uso de escenarios ha permitido -a las organizaciones- que la toma de decisiones considere factores con varios grados de incertidumbre, donde un evento de alto impacto y baja probabilidad de ocurrencia pudiese determinar las acciones estratégicas futuras.
La planificación de escenarios tuvo su origen en los juegos militares de guerra y ganó el interés del público después de la Segunda Guerra Mundial. A mediados de la década de 1960 la Royal Dutch Shell comenzó a usar esta nueva forma de mirar hacia el futuro: la planificación de escenarios. Casi medio siglo después, dicha práctica es todavía utilizada en Shell, y ha tenido una gran influencia en cómo las empresas, gobiernos y otras organizaciones piensan y planifican el futuro.
Varios principios han llegado a definir el enfoque de Shell. El más importante es que los escenarios no son predicciones sino historias posibles sobre el futuro. Están diseñados para ayudar a romper el hábito arraigado en la mayoría de la planificación corporativa, al asumir que el futuro se parecerá mucho al actual. Crean un espacio seguro para el diálogo y para el reconocimiento de la incertidumbre; permitiéndole a la organización ver la realidad que de otro modo pasaría inadvertida.
La contribución fundamental de las historias posibles es el reconocimiento a que la subjetividad y la intuición son una parte integral del proceso de liderazgo, así mismo permite la creación de un espacio seguro en el que se reconoce la incertidumbre. La comprensión intuitiva del mundo antecede y encuadra a la comprensión analítica de lo que sigue. La intuición es la esencia de la creación de valor económico-social-político, que a veces es ahogada por un exceso de análisis (parálisis analítica).
Shell en el ciclo de planificación del 2013 ha desarrollado dos escenarios:
“Montañas” Los gobiernos juegan un papel importante en el patrón de consumo, desarrollando ciudades más compactas y transformando la red de transporte global. Las nuevas políticas logran desarrollar el abundante gas natural y aceleran la reducción del CO2 y la tecnología de almacenamiento, lo que resulta en una moderación de las emisiones de gases de efecto invernadero, y
“Océanos” El fuerte crecimiento económico acelera la demanda de energía. El poder de la oferta se diversifica, y los gobiernos son más lentos para tomar las decisiones importantes. Las fuerzas del mercado en lugar de la política determinan el mercado energético: el petróleo y el carbón siguen siendo parte del patrón de consumo, y las emisiones de gases – efecto invernadero- afecta fuertemente el cambio climático.
Inter American Trends ha propuesto dos historias posibles para la situación actual venezolana -económica, social y política- y el evento electoral del 8 de diciembre próximo -la elección de 337 alcaldes y representantes a los concejos municipales-:
“Correr la arruga” El gobierno de Maduro desarrolla una narrativa de confrontación porque Venezuela se encuentra en una guerra económica con los sectores de la derecha -la oposición (internacional, principalmente Estados Unidos, y local) y la endógena dentro del PSUV. El Poder Ejecutivo solicita poderes especiales para eliminar a los enemigos: dentro de la oposición, principalmente a los dirigentes del partido Primero Justicia y en la derecha endógena a los miembros de las fuerzas armadas que participaron en el fallido golpe de Chávez el 4 Febrero de 1992. Los poderes públicos actúan en concordancia profundizando el Estado represivo y silenciando a los medios de comunicación. Los miembros de los colectivos y frentes revolucionarios generan actos de violencia ante la escasez de alimentos y el alto costo de la vida. (Gráfico 1). Las fuerzas armadas están en los espacios ciudadanos para ejercer el control social. El evento electoral del 8D es pospuesto para el 2014. Rusia y China actúan como interlocutores en el Consejo de Seguridad de la ONU. Rusia neutraliza cualquier acción diplomática de Estados Unidos. Los países miembros de Petrocaribe y del Alba anulan a la OEA.
El efecto es el colapso económico de Venezuela .[Heinz Dieterich – Colapso del modelo económico del presidente Chávez] con un gobierno autoritario sostenido por un aparato represivo y la inteligencia cubana.
“Competitivo” El gobierno de Maduro impone sus candidatos en las alcaldías. La campaña electoral es fuertemente marcada por: la devaluación de la moneda -oficial vs. negro- (Gráfico 2), la cesta básica de alimentos y la ausencia del “líder religioso”. El oficialismo crea situaciones y mensajes para desmotivar a la clase media a movilizarse en las elecciones del 8D. Una parte de la militancia del PSUV se abstiene por rechazo a los candidatos del madurísimo. La oposición (Mesa de la Unidad) convierte el acto electoral en la prueba de reparación del 14 de abril, donde el Concejo Nacional Electoral (CNE) es visto con recelo. El poder legislativo negocia la estabilidad democrática y estudia el otorgamiento de poderes especiales al poder ejecutivo. Las acciones de calle son para lograr reivindicaciones sociales y el cumplimiento del cronograma electoral. Las fuerzas armadas participan según lo establecido en la constitución.
El resultado: la oposición obtendría el triunfo en un mayor número de alcaldías (2008); sobre todo en las capitales importantes del país. Así mismo lograría la mayoría de los votos totales, entre un 7 al 9 por ciento por encima del gobierno. La legitimidad de Maduro se debilitaría. En el 2014, la conflictividad social se acentúa. La partida de nacimiento de Maduro se convertiría en el medio para la renuncia a la presidencia (Caso Watergate – Richard Nixon 1974), o para la acusación por el manejo indebido de documentos (Caso Partida secreta-Carlos Andrés Pérez 1993).
En la estructuración de estos escenarios, la tendencia económica presenta una baja incertidumbre ya que la crisis económica es estructural en la que se observa que la escasez de los productos de la cesta alimentaria está presente desde el 2003 (Gráfico 1). Igualmente la tendencia en el componente militar y la del presidente del poder legislativo presenta una alta incertidumbre al verse enfrentados al legado de Chávez; lo que influye en el comportamiento institucional de los poderes públicos. En la tendencia electoral, los niveles de participación se distribuye entre el 80 y 85 por ciento de los votos entre las dos opciones ( gobierno y oposición) con una incertidumbre media.
Los escenarios “Correr la Arruga” y “Competitivo” permitirán navegar en la complejidad de los conflictos de la realidad actual venezolana, administrando el desacuerdo y evitando los extremos del pensamiento totalitario e individual. Son simplemente una herramienta que presenta las alternativas futuras antes de dar el salto en la arena política.
Por último, los escenarios – en Shell y en otros lugares- han ayudado a que los líderes se preparen para el futuro que podría ocurrir, más que para el futuro que les gustaría crear.
Antonio De La Cruz es Director Ejecutivo de Inter American Trends