El cerebro humano es malvado y vengativo y además no entiende de moral. Un estudio demuestra que nuestra mente disfruta con la desgracia ajena. Pero solo con la de aquellos que nos caen mal. La revista científica «Frontiers» publica un curioso artículo que demuestra que determinadas áreas del cerebro, aquellas dedicadas al placer, se activan cuando vemos a una persona que odiamos atravesar un mal momento, publica abc.es.
La prueba se hizo del siguiente modo. Se eligieron 19 voluntarios con raices judias y se les puso un video donde una serie de actores interpretaban a un grupo de neo- nazis y otro grupo a personas amigables y simpáticas. Al grupo de extremistas se les sometió a toda clase de torturas: se les pinchaba con alfileres en las palmas de las manos.
Y era en estos momentos cuando a los voluntarios de origen sefardí se les activaba el «cuerpo estriado» dedicado a las sensaciones de recompensa y las áreas encargas de la observación del dolor físico ( la corteza insular , la corteza cingulada anterior y la corteza somatosensorial).