Pero los venezolanos no solo sufrimos porque al salir de nuestras casas podríamos no regresar vivos, sino porque deambulamos como alma en pena por mercados y farmacias. Cuando conseguimos parcialmente alimentos y medicinas, quedamos arruinados a causa de una inflación que en alimentos alcanza ya el 70%. Las reservas están exhaustas y el riesgo país es el más alto del mundo. La electricidad, agua, hospitales, metro, educación, empleo, todo, van de mal en peor a causa de la ineficiencia y corrupción oficiales. Entre tanto Nicolás jura que “va a adecentar el país” para lo cual pide una Ley Habilitante que no va a adecentar nada, porque su verdadero propósito es perseguir a la disidencia, acabar con lo que queda de propiedad privada e instaurar el comunismo cubano. Maduro ordena enjuiciar al alcalde de Valencia por corrupto (que lo es) pero solo actúa cuando el alcalde se convierte en un incordio para el gobernador Ameliach. (Con razón el diputado Cocchiola dice que “el caso de Parra es una guerra de clanes del PSUV”). Maduro “se hace el loco” ante la ostentosa vida de los “chivos” que retrata magistralmente el colega Francisco Olivares: “viven en grandes casas de buenas urbanizaciones, bien remodeladas, con puertas blindadas. Afuera 3 o 4 camionetas blindadas y unas 8 motos de alta cilindrada, sin placa, con hombres armados, de chaqueta negra, lentes oscuros, mientras esperan la salida del chivo o el traslado de sus hijos a los exclusivos centros escolares privados. Y a su paso paralizan el tránsito, trancan avenidas y hasta autopistas, para que sus chivos tengan una menor sensación de la violencia y el caos de la ciudad” (EU 12-10-13).Y eso ocurre mientras 123 familias tienen durmiendo 3 meses frente a la Misión Vivienda; Venezuela encabeza la lista de muertes por cáncer en el continente porque en sus hospitales no funcionan la radioterapia y tampoco hay fármacos para combatirlo y Maduro ha regalado este año a Nicaragua más de $ 300 millones.
Los medios pueden enmudecer por orden del Gobierno, pero el pueblo no, por eso cada día incrementa sus protestas y los sondeos registran la caída de Maduro y del PSUV de cara a las elecciones del 8-D. Así que, a despecho del fraudulento CNE, los millones que no queremos vivir en este “sálvese quien pueda”, debemos votar masivamente y convertir el 8-D en un plebiscito que demuestre que somos mayoría y que Maduro es Ilegítimo.