El periodista Glenn Greenwald, principal contacto del exanalista de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) Edward Snowden, aseguró que aún quedan muchos “bombazos” por publicar relacionados con las actividades de espionaje de EE.UU. en Latinoamérica.
“Queda mucho por salir (a la luz), incluidos datos desgranados país por país: de Argentina, Venezuela, Canadá… De todos los países del continente”, señaló Greenwald en una intervención vía conferencia telefónica en la asamblea semestral de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
“La NSA lleva a cabo muchas actividades de espionaje en Latinoamérica, su actividad económica y sus Gobiernos”, aseguró el periodista a los asistentes a la asamblea, que se celebra desde el viernes en Denver (Colorado).
En su cuenta oficial de Twitter, Greenwald indicó hoy, además, que “muy pronto” habrá revelaciones sobre espionaje estadounidense en España, tras las publicadas por el diario Le Monde sobre Francia.
En su intervención ante la SIP, Greenwald afirmó que “la mayoría” de los archivos que Snowden se llevó consigo en su huida desde EE.UU. a Hong Kong y después a Rusia “están aún sin publicar”, y confió en que saldrán a la luz pronto.
“Puedo prometer, absolutamente, que habrá muchas más noticias al menos tan significativas como las que ya han salido”, apuntó el periodista, que adelantó que muchas de ellas tratarán sobre el espionaje interno “de Estados Unidos a estadounidenses”.
Según Greenwald, hay “múltiples copias” de cada archivo repartidas “por todo el mundo”, y sólo tienen acceso a ellas “un puñado de gente” que tiene prohibido revelar su ubicación, en un sistema que permite “que nadie pueda destruirlas todas”.
“No hay nada que ningún Gobierno pueda hacer para evitar que informemos sobre ello”, aseveró.
Denunció que el Gobierno del Reino Unido ha “acosado” al diario en el que él trabajaba, el británico The Guardian, lo que ha “ralentizado el proceso de publicación”, y lamentó de nuevo que su pareja, el brasileño David Miranda, fuera detenido durante horas en el aeropuerto de Londres cuando trataba de abandonar el país.
“El Gobierno del Reino Unido funciona sin límites en su capacidad de castigar y desalentar el periodismo”, indicó.
Por contraste, aseguró sentirse “seguro” en Brasil, donde vive, por ser un país que “entiende el valor del periodismo” que él está haciendo “y la necesidad de proteger a los periodistas”, y por la campaña emprendida por el Gobierno de Dilma Rousseff para denunciar las actividades de espionaje de EE.UU. EFE