La mujer búlgara, madre de “María”, la niña rubia que fue localizada en un campamento gitano en Grecia, quiere recuperarla y criarla junto al resto de sus hijos, según publica hoy el diario “Stadart”.
Sashka Ruseva, de etnia gitana y residente en una localidad del centro de Bulgaria, declaró a este rotativo que la niña nació en Grecia y que ella y su esposo la entregaron a la familia para la que trabajaban en el país mediterráneo.
Aseguró que regalaron a la niña porque no tenían dinero para sacarle los documentos necesarios para poder viajar.
El acuerdo con la familia adoptiva fue que el matrimonio volvería a Bulgaria, ahorraría dinero y regresaría luego a Grecia para recoger a la pequeña, explicó la mujer.
Un hermano de Atanas Rusev, el padre de María según las pruebas de ADN, aseguró a la emisora Nova TV que la familia abandonó a la niña hace cuatro años en Grecia y que regresaron a pie a Bulgaria.
Este tío de “María” aseguró que la piel clara y el pelo rubio de “María” y de otros hijos del matrimonio Rusev son herencia de una abuela, ya fallecida, que era albina y tenía los ojos azules.
La familia vive en condiciones miserables en una habitación sin calefacción y con una única cama, usada por los padres, mientras los niños duermen en el suelo.
EFE