María Bolívar no solo es excandidata presidencial, y aspirante a la alcaldía de Maracaibo, sino empresaria panadera actividad a la que se dedica desde hace más de 10 años junto a su esposo, en una modesta panadería en el sector Curva de Molina, al oeste de Maracaibo, en una de las zonas más humildes de la capital del Zulia.
Bolívar quien saltó a la palestra política en el 2011, cuando vio con preocupación las expropiaciones de un gran número de fincas y empresas, entre ellas la mayoría productoras o distribuidoras de alimentos, hoy pide al gobierno de Nicolás Maduro que permita que los pequeños, medianos y grandes empresarios que aun siguen en el país, puedan desarrollar con libertad sus actividades.
“Muchos decidieron irse del país, otros prefirieron vender al gobierno, y otro grupo nos quedamos aquí para seguir trabajando por Venezuela. Mi esposo y yo hemos construido a punta de trabajo una pequeña panadería que gracias a Dios nos ha permitido crecer. Pero desde el año pasado he sentido un acoso con visitas casi interdiarias de funcionarios del Seniat e Indepabis, revisan hasta el último papelito, como debe ser, pero hay veces exceden sus funciones. Yo solo les pido que nos dejen trabajar”, apuntó María Bolívar.
Además pide al Gobierno que meta la lupa en la distribución de harina a precio regulado, y en la distribución de productos de la cesta básica. “En lo que deberían estar más atentos es en que la materia prima como la harina de trigo llegue a manos de los productores del pan; que se vende en el mercado negro en 1500 y hasta 2mil bolívares el saco. Pero el pan lo seguimos vendiendo al precio fijado”, recalcó.
“Quiero que se sepa además que en la panadería el 90% de quienes compran son personas pobres, muy humildes, que si tienen para el pan no tienen para el queso, o si tienen para el arroz no tienen para la lata de atún… así que con la persecución que me cargan no están afectando a María Bolívar, sino a los pobres de una de las parroquias más pobres (Venancio pulgar), de la segunda ciudad del país como lo es Maracaibo”, aseveró.
Bolívar espera, que muchas de estas acciones cometidas no sean por retaliación política o individualidades de un grupo que deja en mal a instituciones del Estado. “Quiero pensar que estas acciones son individuales y no ordenadas por un jefe”.
Prensa María Bolívar