El fabricante de ordenadores Dell ha terminado reconociendo, aunque tímidamente, que el olor a orín de gato que muchos usuarios llevan meses denunciando en sus equipos portátiles no se debe a falta de higiene de sus propietarios, sino a un defecto de fabricación, publica abc.es.
La queja puede leerse en los foros de asistencia técnica de Dell desde el pasado mes de junio, pero, al principio, no fue tomada en serio. Algunos usuarios aseguraban que sus portátiles Latitude E6430 olían como el cajón donde sus gatos realizan sus necesidades.
El primer usuario en advertirlo escribió en este foro que su ordenador, pese a ser «estupendo», olía «como si hubiese sido ensamblado cerca del cajón de arena de un gato». Tal olor, explicaba, parecía localizarse en el teclado, una observación confirmada por otros clientes.
La primera respuesta de la compañía fue la de sugerir a los clientes afectados que limpiasen bien los conductos de ventilación de sus equipos, pero, ante el aumento de las quejas y del número países desde los que llegan, Dell ha terminado por admitir, a través de la entrada que uno de sus consultores técnicos ha publicado en los foros de ayuda, que el desagradable olor se debe a una parte del proceso de fabricación, que fue modificada este mismo mes y que no debería causar más problemas.
Al principio, el fabricante intentó solucionar la incidencia reemplazando las unidades afectadas por este olor a pis de gato, pero hubo varios casos en los que los clientes denunciaron en el foro que el equipo de sustitución olía exactamente igual de mal que el anterior.
Quien se compre un Latitude E6430u ahora, asegura SteveB, de Dell, en su mensaje, no se encontrará con este inconfundible aroma, pues el proceso de fábrica ha sido ya corregido. El precio de venta de este modelo en nuestro país es de 889 euros, según indica la web del fabricante.
Dell no ha ofrecido más detalles sobre las causas de esta incidencia, pero sí ha asegurado que, en ningún caso, el olor supone un peligro para la salud de quien lo inhala. La respuesta de SteveB, el consultor de Dell, solo puede ser leída por aquellos que cuenten con un usuario y una contraseña en los foros de Dell, pero ha sido recogida por el diario británico The Guardian.