Así lo reseña El NuevoHerald – Antonio María Delgado – @DelgadoAntonioM
La decisión —que sería aplicada después de las elecciones municipales de diciembre— es imprescindible ante la incapacidad de la renta petrolera para sostener el gigantesco nivel de gasto de la revolución bolivariana, que anualmente abarca masivos subsidios internos, miles de millones de dólares en asistencia a Cuba y otros aliados, y los crecientes costos de las importaciones de una economía que cada vez produce menos.
La devaluación sería el nuevo eslabón de una cadena de medidas similares aplicadas en los últimos meses por el régimen de Nicolás Maduro. Pero los economistas advirtieron que lo que viene será de mayores proporciones.
“La devaluación (en febrero) que llevó el tipo de cambio desde 4.3 a 6.3 [bolívares por dólar], no la pueden repetir”, dijo Francisco Ibarra, director de la firma de asesores Econométrica, en una entrevista telefónica.
“Esta vez, tienen que aplicar una devaluación substancial. Tienen que llevar el tipo de cambio a más de 12 [bolívares por dólar] y dejar ese tipo de cambio solo para alimentos y medicinas, para después introducir algún tipo de esquema paralelo, para el resto de las necesidades del país, con una paridad mucho más alta”.
Pero aún llegando a ese nivel (la mayoría de los economistas pronostican un tipo de cambio de entre 12 y 15 bolívares por dólar), la moneda venezolana aún estaría sobrevaluada.
Según los cálculos de Econométrica, el tipo de cambio real está en niveles superiores a los 25 bolívares por dólar.
“Si uno hace un análisis del tipo de cambio real, si tú fueras a unificar el tipo de cambio en Venezuela, eso estaría en una cifra cercana a los 25 y los 30 bolívares por dólar”, comentó Ibarra.
Una devaluación a 30 bolívares significaría una apreciación del dólar frente al bolívar de 376 por ciento y una depreciación del bolívar frente al dólar de 79 por ciento.
Pero Maduro probablemente dejará la medida para después de las elecciones del 8 de diciembre, debido al fuerte impacto que tendría sobre la economía, en un país que importa mensualmente cerca de $4,000 millones en productos para compensar la destrucción del aparato productivo tras más de 14 años de políticas revolucionarias.
Uno de los impactos más obvios sería su efecto sobre la inflación, dada la inmensa cantidad de productos importados.
Venezuela, con un pronóstico de inflación para este año de más de 50 por ciento, ya está en vías de superar a la atribulada Siria, con su tasa de 49.50 por ciento, por el dudoso honor de registrar el mayor incremento mundial del Indice de Precios al Consumidor.
Pero una devaluación a entre 12 y 15 bolívares por dólar catapultaría la inflación el próximo año incluso a mayores niveles, particularmente combinada con la actual práctica del gobierno de financiar su enorme agujero fiscal con la impresión de dinero inorgánico.
La devaluación también complicaría los prospectos de la nación petrolera de conseguir nuevas líneas de financiamiento en el exterior, dado al impacto que tendría sobre el cálculo del Producto Interno Bruto, la relación PIB/deuda y su efecto sobre la percepción internacional del riesgo país, comentó el analista Orlando Viera-Blanco.
“El gobierno venezolano se ufana de decir que la economía venezolana aún resiste grandes magnitudes de endeudamiento, que la relación entre la deuda y nuestro Producto Interno Bruto está muy por debajo del endeudamiento de países como Estados Unidos, como Grecia, como España, que han visto comprometidas realmente sus economías”, comentó Viera-Blanco.
“Eso es falaz”, dijo.
Bajo los cálculos del gobierno, los $106,000 millones de la deuda externa venezolana representarían solo un tercio del PIB venezolano, estimado oficialmente en unos $320,000 millones.
Pero ese cálculo del PIB es artificialmente inflado por la significativa sobrevaloración del bolívar, y la devaluación reduciría substancialmente el valor en dólares de la actividad económica venezolana registrada en bolívares, incrementado así el peso de la deuda, y dificultando los prospectos del chavismo de obtener financiamiento externo, explicó Viera-Blanco.
El problema luce más complicado cuando se toma en cuenta el tamaño del endeudamiento en bolívares del Estado venezolano, que a inicios de este año sumaba unos 250,000 millones de bolívares, cerca de $40,000 millones al actual tipo de cambio oficial. / Con información de ElNuevoHerald