Finalmente, el presidente Nicolás Maduro anunció las medidas y las acciones que tomará su gobierno para solucionar los problemas de la escasez, la inflación y la falta de dólares. La primera pregunta que se nos viene a la mente al leer sobre estas medidas es: realmente funcionarán? Siempre hemos preferido dar el beneficio de la duda a los anuncios del Ejecutivo, en espera de que se trata de acciones tendentes a mejorar la situación económica del país.
Sin embargo, debemos hacer las críticas necesarias ante lo que vemos que podría ocurrir con nueva andanada de controles y la posibilidad de que, con más organismos, la burocratización de la entrega de divisas sea aún más grave.
Crear un nuevo sistema para distribuir los dólares y reforzar los controles de precios y de cambio, luce a las primeras observaciones que no resultará, porque llevamos años con un esquema de controles y no han funcionario, con la consecuente crisis económica que estamos sufriendo.
Aún no sabemos en qué consiste el anuncio de que será elaborado un presupuesto en divisas que incluirá todas las necesidades de la economía. Siempre, desde que comenzó a funcionar Cadivi, hablamos de que se realizara un presupuesto para cada sector, pero en el cual se incluyera la opinión del sector privado, porque allí es que se sabe realmente lo que está pasando con cada rubro.
Maduro también habló sobre la centralizarán de la importación y exportación para combatir la malversación de las divisas. Así las cosas, el Centro Nacional de Comercio Exterior, tendría la potestad de abrir o cerrar el chorro de la divisas para el sector público y privado. Este organismo tendría bajo su mando la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi), el Sicad, el Banco de Comercio Exterior (Bancoex).
Este centro nos recuerda al órgano superior de la economía que fue creado hace algunos meses y que obviamente no ha dado resultados, porque estamos en una etapa de crisis jamás presentada en el país. Cuando el presidente dijo que con este organismo se podría saltar la falta de planificación y el descontrol previo y posterior que venimos sosteniendo de la entrega de divisas, se nos ocurrió que no estaría mal que se incluya un a resolución que ordene a los ministerios que depuren sus listas de importación, porque, incluso, el fallecido mandatario Hugo Chávez, varias veces, pidió que los despachos dejaran
de importar cualquier cosa, aunque no sea necesaria.
Aquí nos encontramos con la Corporación Nacional de Comercio Exterior que según lo que dijo el mandatario, seleccionará las empresas privadas y públicas, para coordinar la importación y exportación de rubros. Nos preguntamos: cómo será esa selección? Bajo qué criterios? Tendrán que reunir requisitos? Cuáles? En cuánto tiempo? Tal vez lo que dijo el mandatario suene bien, puesto en un papel, pero, trasladarlo a la realidad será otra cosa. La inflación, la escasez, el dólar paralelo fijando los precios de todo lo que consumimos, siguen adelante en su curso, como un deslave que no tiene freno. Mientras todo está por hacerse, por verse y hay que planificarlo, los productos de primera necesidad no se consiguen y cuando se logra, se acaban muy rápido y se compran a precios que ni se pueden decir, por lo escandaloso que resulta. Sería bueno que los ministros hagan un ejercicio ciudadano y vayan a comprar al supermercado. Será bueno que hagan horas de colas y se trasladen de mercado en mercado para terminar de comprar todo. No hay leche, ni azúcar, ni huevos. Ni siquiera en los abastos bicentenarios, donde, cuando llegan esos productos, se activan operativos especiales y se raciona la cantidad por cada consumidor. Si los ministros hicieran este ejercicio tal vez entenderían lo que está pasando el venezolano común.