Sitios web, blogs, redes sociales, canales de Youtube y aplicaciones están ganando cada vez más terreno en el ámbito de la sexología como herramientas complementarias en la práctica profesional. Consultas vía Skype y terapias con WhatsApp están a la orden del día en la era del sexo en la nube.
“La tecnología evoluciona tan rápido que siempre nos supera, pero tenemos que seguir corriendo detrás de ella, porque nos ofrece un sinnúmero de herramientas para el crecimiento erótico”, asegura Martina González, psicóloga, sexóloga y directora del Centro de Sexología ‘Con Mucho Gusto’ en Santiago de Compostela.
González ha moderado junto a Berta Hidalgo, médico de atención primaria y sexóloga, la ponencia “Sexo por las nubes: Nuevas tecnologías para optimizar la sexualidad,” en el marco del III Congreso Mundial de Sexología Médica de Málaga, el pasado fin de semana.
“Pasamos mucho tiempo en internet, en la nube. Los profesionales de la sexología deben utilizar las redes sociales y las nuevas herramientas que ofrecen las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para divulgar la ciencia en materia de sexología al público general”, explica la experta a EFEsalud.
El primer paso para poner la tecnología al servicio de la sexología y la sexualidad es identificar las posibilidades que ofrece la nube y trazar objetivos concretos.
Mucha desinformación
El exceso de información disponible en la red es el primer obstáculo para saber cómo usar las nuevas tecnologías, según Martina González.
“La gente sigue con las mismas dudas que antes de que se extendiera internet, los mitos continúan. Tanta información nos desinforma y las personas no saben dónde encontrar contenidos fiables sobre sexualidad”, señala.
Por eso, opina esta experta, los profesionales tienen que “facilitar el acceso a las fuentes fiables e informar usando un lenguaje ameno y divertido, sin términos muy técnicos o científicos que realmente no son cercanos a los ciudadanos”.
Para tener en cuenta
Utilizar Facebook, Twitter o WhatsApp con fines sociales es una cosa, pero llevarlos al ámbito de la sexología es otra que requiere habilidades y práctica.
Facebook es, para muchos, la red social por excelencia y para esta sexóloga una “herramienta de divulgación estupenda”. No obstante, para su uso con fines profesionales es fundamental entender sus inconvenientes, como el manejo de la privacidad.
González subraya que “es prioritario aprender a controlar los medios y establecer a quién nos queremos dirigir y con qué frecuencia. En Facebook hay que regular las publicaciones para no mantenerlo desactualizado o saturar al público. También hay que revisar la ley de protección de datos”.
Además de la privacidad, el acceso a las TIC representa otro problema, porque no todo el mundo tiene internet en todas partes o conocimientos suficientes para valorar si una fuente es fiable o no, lo que dificulta la divulgación de la información científica.
Otro tema que deben dominar los sexólogos en la era de la nube es el nuevo lenguaje que exigen las aplicaciones y las redes sociales. “Por Skype puedes ver al otro, pero por WhatsApp no, es difícil manejar la entonación en los textos y eso puede dar pie a malas interpretaciones”, indica.
“Aunque usemos a diario estos medios, desconocemos su funcionamiento en profundidad, por eso es importante que los profesionales comprendan las ventajas y los inconvenientes a la hora de trabajar con éstos”, señala Martina González.
Recomendaciones para redes y aplicaciones
La especialista explica cuáles son los sitios web, redes sociales y aplicaciones más usados en su ámbito y da algunas recomendaciones:
Sitios web y blogs: Ideales para divulgar información. Los sexólogos deben tratar de tener su página de internet, porque es la vía de acceso que más utiliza la gente para buscar ayuda. “Es crucial saber qué imagen queremos trasmitir y a qué público queremos llegar. Los contenidos deben ser divertidos, claros, positivos y cercanos, lo que no va en contra de la seriedad o el profesionalismo. Hay que desmitificar el sexo, quitarle la carga problemática, hay que naturalizarlo y el sentido del humor es fundamental”.
Youtube: Es la principal página para ver y compartir vídeos. Muchos profesionales disponen de su canal para colgar sus conferencias, entrevistas o para ofrecer contenidos a un público más amplio y cada vez más ciudadanos se informan a través de este sitio web. “Los vídeos son muy útiles, pero no deben ser demasiado extensos ni usar un lenguaje muy técnico que distraiga o aburra al espectador”.
Linkedin: Es la red social de tipo profesional más extendida en este momento. Los sexólogos pueden colgar ahí su currículum y ponerse en contacto con sus colegas para “crear más redes de información e intercambiar opiniones y contenidos”.
Facebook: Es la red social más conocida que les permite a los sexólogos llegar a un público muy amplio. “Tiene muchas herramientas que se pueden gestionar para divulgar, educar e informar. Una de sus grandes ventajas es que la gente puede intervenir, hacer preguntas o colgar enlaces, se trata de una comunicación proactiva”.
Twitter: Cada vez más sexólogos usan Twitter como herramienta informativa. “Debemos tener en cuenta para qué lo vamos a usar, no se trata de tuitear por tuitear. En este servicio tenemos pocos caracteres y hay que condesar la información; está muy bien porque permite el debate, pero no la divulgación de información amplia. Debe usarse para compartir enlaces con contenidos más estructurados”.
Skype: Ha ganado en los últimos años mucho terreno en el campo de las consultas terapéuticas. “Hay muchos profesionales que, además de su consulta presencial, ofrecen la consulta vía Skype. Es un tema interesante en las terapias y necesario para quienes no pueden acudir por cualquier motivo”.También es una aplicación que se está usando en el ámbito de la formación, para hacer talleres al público especializado o general.
WhatsApp: Es una herramienta de comunicación clave para dar informaciones breves o gestionar asuntos en la relación sexólogo-paciente. “Aunque no es conveniente realizar consultas por WhatsApp, sí es útil para responder dudas concretas o simplemente contactar a alguien en cualquier momento o lugar”.
Con tantas herramientas disponibles, Martina González opina que es fundamental que los profesionales establezcan lazos y dejen atrás los individualismos porque “la clave es trabajar en red y con cuantos más profesionales puedas contar, más conocimientos tendrás para solventar las terapias y dificultades que puedan tener los pacientes”.
Para la sexualidad
Además de construir un perfil sólido en la nube, las nuevas tecnologías pueden hacer la diferencia para los sexólogos en las terapias, tal y como explica Martina González.
“WhatsApp va fenomenal para trabajar la comunicación y el deseo. Sirve para hacer juegos de rol, crear personajes y fomentar las fantasías mientras wasapeamos”.
Chatear es una recomendación cada vez más frecuente en las consultas porque “ayuda a expresar deseos que cara a cara nos cuesta comunicar”, como precisa la sexóloga.
Los sitios web también ofrecen películas eróticas específicas, textos para descargar e imágenes que facilitan las terapias.
“Les recomiendo a mis pacientes que investiguen para que identifiquen qué les gusta. En Flickr, un banco de imágenes fenomenal, les pido que busquen materiales que les produzcan deseo o rechazo para trabajar el erotismo o tratar algún problema”, concluye. EFE