El hallazgo en Gran Canaria de un tubo volcánico, desconocido hasta el momento y de gran antigüedad, abre nuevos escenarios para la investigación geológica, zoológica, botánica y vulcanológica, según aseguran los expertos, que cifran la edad de esta formación en 14 millones de años, lo que la sitúa como la de mayor antigüedad de Canarias y una de las más viejas del mundo. abc.es
La localización, debida a la información facilitada por unos senderistas, ha permitido descubrir dos nuevas especies de invertebrados cavernícolas, como un pequeño insecto por completo ciego (Symploce sp.n) y una cochinilla despigmentada, así como restos óseos de la ya extinta rata gigante de Gran Canaria (Canariomys tamarani), junto con conejos, ratas comunes y lagartos gigantes de Gran Canaria e incluso trozos de cerámica de posible origen prehispánico. Próximamente, una cámara robotizada intentará llegar a rincones a los que aún no ha sido posible acceder.
«Localizamos la boca de acceso, se trataba de un verdadero tubo volcánico, pudimos acceder a la sala central donde ya la sensación de bochorno es bastante elevado, estamos hablando de 24ºC y un 94 por ciento de humedad relativa. Condiciones muy buenas, que necesita esos altos niveles de humedad y oscuridad absoluta que también se alcanzaban ya», explicó este jueves el biólogo de la Sociedad Entomológica Canaria Melansis Manuel Naranjo.
Además, indicó que la datación que se otorga a este tubo lo sitúa en los momentos en los que se formó el escudo volcánico que dio origen a la isla de Gran Canaria, durante el Mioceno. Apenas se conocen otros tubos volcánicos de más antigüedad en todo el mundo, con la salvedad de algunas formaciones en Australia a las que se calculan 30 millones de años.
Asimismo, la arcilla acumulada en algunos sectores de la cavidad podría contener polen de la flora que pobló la isla hace miles o millones de años, cuando solo era un proyecto sobre el océano, lo que pone de manifiesto «el enorme potencial que para la investigación y el medio ambiente tiene no sólo esta cueva, que ha dejado muy sorprendidos a los expertos, sino la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria en su conjunto», según José Miguel Bravo de Laguna, presidente del Cabildo Insular, que ha financiado el proyecto para la prospección de la cueva y la búsqueda en su interior de formas de vida adaptadas a la oscuridad absoluta, que lleva el nombre de «Un mundo escondido: fauna hipogea de la Reserva de La Biosfera de Gran Canaria».