Woody Allen queda vetado a la Suite 200, la exclusiva sala VIP del Madison Square Garden, donde se reunían modelos, estrellas del pop y atletas profesionales antes y después de los partidos de los Knicks. Esta será la última vez que el director disfrute de “La Mecca de Manhattan”.
James Dolan, propietario de la franquicia de baloncesto de la NBA, fue el encargado de prohibirle la entrada para el resto de la temporada. Dolan compró los derechos de varias películas de Allen para su exhibición en el canal MSG y el aclamado director se negó a promocionarlas. La tensión entre ambos creció cuando, además, Allen dio un rotundo no a su aparición en actos para la Fundación Garden Dreams de Dolan.
Woody se excusó afirmando que nunca había hecho algo parecido para una cadena y sería incómodo hacerlo ahora. Los dueños de la franquicia le dijeron que sería algo recíproco de lo que ambos podrían beneficiarse, pero si no hacía la promoción, entonces no comería más en la sala VIP. Así pues, Woody lo aceptó y se marchó.
Aunque el realizador neoyorquino no haya logrado conquistar la Suite 200, sí lo ha hecho con el público español gracias a su última película Blue Jasmine. Sólo durante el fin de semana de su estreno, ha liderado la taquilla nacional con una recaudación de casi 1,5 millones de euros.
Fuente: Sensacine