El consejero delegado y vicepresidente del Milan, Adriano Galliani, anunció que dimitirá en los próximos días, tras el próximo partido de Liga de Campeones contra el Ajax, después de las divergencias que han surgido tras la entrada en la junta directiva de Barbara, hija del propietario Silvio Berlusconi.
Así lo anticipó hoy a la agencia de noticias italiana Ansa, al asegurar que en los últimos días “se ha producido un grave daño de imagen a su reputación” tras las críticas que recibido sobre la gestión del club por parte de Barbara Berlusconi.
La “Gazzetta dello Sport” desvela hoy que Galliani, de 69 años, estaba preparando su salida y su finiquito, que aseguran puede ser de 50 millones de euros brutos tras 27 años y 10 meses como dirigente “rossonero”.
“Con o sin acuerdo económico, presentaré mi dimisión por ‘justa causa’ en unos días. Quizá espere al partido contra el Ajax de Liga de Campeones”, agregó Galliani.
El mandamás durante 27 años del club milanés explicó resignado que “es normal un cambio generacional, pero no así”, y agregó “que las cosas se hacen con elegancia”.
Galliani agregó que dejará pasar un poco de tiempo antes de tomar decisiones sobre su futuro.
“Cuando a uno le ofenden hay que tener la fuerza y la inteligencia de pasar un poco de tiempo sin hacer nada para volver a tener la lucidez de tomar decisiones”, subrayó.
Debido a los compromisos políticos y empresariales de Berlusconi, Galliani ha sido prácticamente el presidente del equipo durante todo estos años, al ocupar el cargo de consejero delegado, vicepresidente y supervisor del departamento comercial, pero también tiene un pasado en Finninvest, el holding de “il Cavaliere”.
La relación de Galliani con el Milan comenzó a resquebrajarse con la entrada de Barbara Berlusconi, que ha pasado de ser una discreta presencia en el Consejo de Administración del club a pretender llevar las riendas del equipo.
Pero la ruptura total fue cuando Barbara Berlusconi explicó que en las numerosas llamadas telefónicas con su padre sobre la situación del Milan, que se encuentra en la parte baja de la clasificación liguera, le pidió “un cambio en la filosofía de club” y criticó el último mercado de fichajes.
Para los medios italianos esto fue como pedir “la cabeza de Galliani”.
Barbara Berlusconi, de 29 años, primogénita de Berlusconi y de su segunda mujer, Veronica Lario, es licenciada en Filosofía y madre de dos hijos y últimamente no se pierde un encuentro del Milan.
El relevó, asegura la prensa italiana, está prácticamente cerrado y Barbara ya piensa en cuál será su equipo, comenzando por el despido del técnico Massimiliano Alegri y nombrando dirigente al exjugador Paolo Maldini.
Silvio Berlusconi compró el club el 20 de febrero de 1986, convirtiéndose en el vigésimo primer presidente de la sociedad, y bajo su presidencia el Milán ha conquistado siete campeonatos de Liga y cinco Ligas de Campeones. EFE