Si antes era el 30% ahora es el 60% lo que se traga la corrupción del presupuesto nacional. Desde hace 14 años Venezuela ha subido a los primeros peldaños de los países más corruptos en el planeta según la escala de la ONG Transparencia Internacional, publica ABC de España.
Ludmila Vinogradoff/@ABC_es / ABC de España
El ex rector de la Universidad Central de Venezuela, el chavista Trino Alcides Díaz, y ex director de la Superintendencia Nacional Tributaria (Seniat), en su tesis doctoral de la UCV calculó en 30% el desvío que la corrupción hacía del presupuesto nacional en los 40 años que gobernó el bipartidismo de Acción Democrática y Copei.
En la era chavista que se inicia en 1999, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), aplicando la misma metodología de Trino Alcides Díaz determinó que la corrupción dobló, ahora se lleva el 60% del presupuesto nacional, según afirman analistas ligados al oficialismo, que pidieron el anonimato. De ser ciertas estas cifras, tomando en cuenta un ingreso por sus exportaciones de 900.000 millones de dólares en 14 años, Venezuela habría perdido unos 500.000 millones de dólares en corrupción, lo que representa un desangramiento de 30.000 millones de dólares al año.
Hace cinco días el presidente Nicolás Maduro hizo una sorprendente confesión por la televisión:«los capitalistas especulan y roban como nosotros». El mandatario venezolano no ha aclarado si fue un simple lapsus o la traición del subconsciente. Ha pasado el tiempo de rectificación por lo que la frase queda como la confesión más sincera del régimen chavista sobre la corrupción reinante.
«Quiero decirles aquí, atención comerciantes de este país, pequeños y medianos, esos comerciantes que ustedes conocen son tan víctimas del capital, de los capitalistas que especulan y roban como nosotros. Porque a ellos los exprimen los llamados proveedores y mayoristas, los exprimen en los centros comerciales, son exprimidos doblemente», aseguró ante cientos de seguidores que esperaban su orden para que las tiendas rebajaran los precios.
Dos días más tarde, el ex alcalde de Caracas, Freddy Bernal, confirmó por la cadena Venevisión la confesión de Maduro. El también diputado chavista reconoció: «la corrupción roja rojilla (chavista) es incluso peor que la blanca (adeco de AD), verde (copeyana de Copei) o la amarilla (justiciera de Primero Justicia).
Bernal admitió que desde el Estado «hay personas que se han prestado para desbancar al país y hacer mal uso de los recursos públicos. A estas personas no se les puede calificar como revolucionarios». Refirió que desde el Partido Socialista Unido de Venezuela están haciendo una fuerte crítica a lo que ocurre en materia económica, política y de lucha contra la corrupción. «No nos vamos a quedar callados ni sumisos», dijo.
Es la primera vez que un alto cargo del partido oficialista y del gobierno reconoce la magnitud de la corrupción, pero sólo hasta ahí. El presidente Maduro justificó los superpoderes que le fueron otorgados con la Ley Habilitante hace una semana para luchar contra la corrupción y endurecer el castigo a los infractores. La opositora Mesa de la Unidad ha dicho que no hacía falta la Habilitante, «sólo la voluntad política para aplicar las leyes actuales contra la corrupción».
En las tres semanas que lleva Maduro con su declarada «guerra económica» contra la «usura» y “especulación” de los comercios han detenido a más de 50 empresarios. Y ha forzado a rebajar los precios entre un 15%, 50% y 70% de las tiendas para ganar votos en las elecciones municipales del 8 de diciembre. Y al que no le guste va preso.
El Tribunal Supremo de Justicia ha designado a 53 tribunales para los casos de especulación. Y los ministros de su gabinete anunciaron que han hecho 2.300 inspecciones a los comercios, con una media de 80 por día.