La dismenorrea, más conocida como menstruación dolorosa, es una enfermedad que afecta a una de cada diez mujeres en edad fértil, alterando tanto el estado físico como el anímico. Así lo explica el ginecólogo de Clínica Ciudad del Mar, Ignacio De la Torre Chamy, quien precisa que existen dos tipos de dismenorrea: la primaria que es la que no tiene una causa que la explique y la secundaria que puede ser atribuída a enfermedades como la endometriosis. revistamujeres.cl
Cada uno de estos tipos de endometriosis se puede presentar en distintos grados de severidad, donde la leve es aquella que se manifiesta con dolor durante la menstruación y que se alivia con analgésicos, sin alterar la vida diaria. En el otro extremo está la dismenorrea severa, que afecta la calidad de vida, pues provoca intensos dolores durante todo el mes, que se pueden acompañar de nauseas, vómitos y desmayos. Este tipo de endometriosis no se alivia con analgésicos tradicionales, debiendo utilizar incluso derivados de la morfina y en muchas ocasiones se asocia a ausentismo escolar y laboral.
“En los casos de pacientes con dolor leve a moderado, se lleva a cabo un tratamiento con antiinflamatorios y se controla la evolución entre tres a seis meses. En algunas ocasiones también se usan anticonceptivos orales, pues al regularizar y acortar el periodo menstrual, pueden disminuir las molestias asociadas”, precisa el doctor De la Torre.
¿Qué hacer para identificar sus causas? “En casos severos, donde sospechemos endometriosis, se recomienda realizar una ecografía transvaginal con preparación intestinal, la cual ha demostrado mejores resultados diagnósticos que la resonancia nuclear magnética. Este examen permite identificar nódulos profundos de endometriosis que pueden estar ubicados en la pared vaginal y rectal” Actualmente este examen se realiza en unos pocos centros médicos del país, destacando en nuestra región la experiencia encabezada por el Dr. Anibal Scarella en la Unidad de Ginecología de la Clínica Ciudad del Mar y la Universidad de Valparaíso.
Una última alternativa para casos severos de dolor pelviano es la videolaparoscopía. Este procedimiento se realiza con anestesia general y consiste en introducir una cámara de video a la pelvis y tomar muestras de las zonas sospechosas de enfermedad, permite además resecar el tejido patológico y corregir eventuales alteraciones que puedan afectar la fertilidad.