Elecciones municipales ponen en relieve la división política

Elecciones municipales ponen en relieve la división política

(Foto AFP)

Irma y Lenin son comerciantes, pero es casi lo único que tienen en común. Ella, residente de un sector acomodado de la ciudad, no ceja de denostar al gobierno tras votar en las elecciones municipales de este domingo en Venezuela; él, quien vive en un barrio popular, advierte que no es momento para que la derecha gane terreno, reseña AFP.

Ambos son una muestra –minúscula pero simbólica– de los 19 millones de venezolanos que este domingo, divididos, concurren a las urnas para elegir acaldes y concejales.

Esta elección constituye el primer test del presidente Nicolás Maduro –electo por reducido margen hace siete meses– y una prueba de fuego a una oposición que hace catorce años trata de desalojar a la Revolución Bolivariana del poder.

“Tenemos una super crisis económica, hay cola para todo, hay escasez de todo. Con los votos estamos expresando la inconformidad con el gobierno”, afirma Irma Berrios tras votar en un centro electoral del acomodado municipio de Chacao, bastión opositor en el este de Caracas.

Ante una inflación de un 54,3% anual -la más alta de Latinoamérica- y la escasez de algunos productos básicos, la mujer asegura que el país vive la “peor crisis de su historia”.

“Como comerciante nunca he visto tanta escasez, de hecho tuve que cerrar a finales de noviembre porque no tenía mercancía para seguir trabajando”, comenta.

“Hay que salir a votar para ganarle una al gobierno, este país se está yendo hasta el fondo. Nunca había habido que hacer tantas colas para todo y la inseguridad nos esta comiendo”, dice en el mismo centro Neida Pernía, molesta porque la gente casi no ha salido a votar hasta el momento.

Pese a las medidas que Maduro ha tomado en el último mes para enfrentar la crisis inflacionaria, como la rebaja forzosa de precios y la importación masiva de alimentos, Pernía augura con tono apocalíptico que “para enero la situación va a ser terrible”.

Pero en el otro extremo de Caracas, en el popular barrio 23 de enero, el comerciante Lenin López, de 34 años, tiene una visión diametralmente opuesta.

“Son elecciones complicadas. Tenemos la obligación de conquistar una victoria para seguir adelante con el proceso revolucionario. Este no es el momento ideal para que la oposición gane terreno”, afirma López en esta zona, una trinchera chavista y donde solía votar el fallecido Hugo Chávez.

Si la oposición capta más alcaldías que las 54 que obtuvo en las municipales de 2008, “no va a venir a trabajar sino a perturbar el esfuerzo del presidente Maduro. Sería un retroceso y significaría que el legado de Chávez no se está cumpliendo”, agrega el joven.

“Esto es un termómetro: si la oposición gana más votos, ellos van a pedir el revocatorio del mandato, pero sino Maduro avanzará más rápido”, advirtió.

A su lado Carlos Sánchez, un obrero de 52 años, asegura que “si no fuera por las medidas del presidente los precios seguirían altísimos”.

“Ahora tenemos que votar porque si gana la oposición para Maduro va a haber problemas, sobretodo ahorita que tienen todo acaparado”, recita siguiendo a pie juntillas las teorías conspirativas que cada dia lanza el gobierno.

AFP

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