El número cinco cumplió un papel particular en la victoria de ayer de Tiburones. Cinco fueron las carreras de ventaja que le sacaron los litoralenses a Cardenales para vencerlos 7 x 2, cinco también resultaron siendo los lauros salados ante Lara en el último choque entre ellos en la ronda regular y que les sirvió para ganar la serie particular, y fue justamente en el quinto episodio que consiguieron el callejón donde emboscaron al pitcheo crepuscular con cinco anotaciones para empatar el tercer puesto de la clasificación.
En ese episodio determinante, la peligrosa toletería a disposición de Tony De Francesco disparó cuatro inatrapables y aprovechó a un descontrolado Rómulo Sánchez en rescate de Raúl Rivero para romper el empate a dos y sacarle punta a las libertades dadas por el relevista derecho. C.J. Retheford colocó la estocada con imparable que significaron par de anotaciones en ese determinante momento del choque, reprogramado del 6 de noviembre.
“El quinto fue sin duda el inning más importante del partido, pudimos hacer las carreras. Tenemos que mantener la ofensiva encendida. Cualquiera puede dar el batazo. Tenemos que seguir mejorando, sin importar qué pase”, soltó el “Conejo”, que fue uno de los seis toleteros de su equipo que remolcaron rayitas.
Pero, la contribución salada también llegó de parte de Tyson Brummett. El abridor aguantó sobre el montículo por cinco entradas, teniendo en el cuarto tramo el único desliz en una de sus últimas actuaciones con Tiburones.