A escasos días para que finalice el presente año, y de acuerdo a los registros mensuales de víctimas fatales vinculados a hechos violentos, lamentablemente este 2013 será recordado en Venezuela como el año de un nuevo record nacional en la materia.
Estamos hablando de miles de ciudadanos (mayoritariamente jóvenes entre 15 y 30 años), que han perdido la vida o que han resultado seriamente lesionados, unos a consecuencia del hampa desbordada y otros vinculados a los cada día más frecuentes accidentes de tránsito entre automovilistas y motorizados, a lo largo y ancho del país.
A toda esta gran tragedia nacional, con repercusiones de todo tipo tanto para las familias como para el país en general, se le agregan año tras años, en épocas navideñas, nuevas víctimas (niños y jóvenes) derivadas de actos de imprudencia y de gran irresponsabilidad personal relacionada al uso de fuegos pirotécnicos y a los actos de intolerancia y subsiguientes riñas callejeras producto la excesiva ingesta alcohólica.
Durante estas festividades recordemos que las condiciones de movilidad vehicular serán mucho más precarias que en las ya de por si difíciles condiciones de congestión vehicular que diariamente experimentamos en autopistas, calles y avenidas del país, por lo cual debemos disponer del tiempo necesario para no pretender luego recuperar con altas velocidades y mal humor el tiempo perdido en el desplazamiento.
Nunca estará de más que tomemos previsiones para evitar ser víctimas del hampa en espacios públicos, pero también es oportuno el que incorporemos el sentido común y la prevención en nuestros hogares para evitar la ocurrencia de situaciones de incendio, tomando medidas para asegurarnos que no dejamos ventanas abiertas por donde puedan ingresar fuegos artificiales o el dejar velas o velones encendidos si nos vamos a ausentar, al igual que desconectar equipos eléctricos y luces artificiales en arbolitos y otras decoraciones para evitar condiciones de corto circuito que luego pudieran significar grandes pérdidas.
Los dineros extras que se reciban por bonificaciones de fin de año no pueden ser convertidos en más y mayores expresiones de ostentación que solo atraen a los delincuentes, y adicionalmente debe evitarse la conducción de vehículos combinada con la ingesta alcohólica y el exceso de velocidad, y por sobre todo los adultos, deben tener especial cuidado en orientar y vigilar la manipulación de materiales pirotécnicos por parte de los menores de edad.
Siendo este mi artículo de fin de año, hago votos porque la salud, la felicidad y la segura convivencia de todos los venezolanos nos acompañen en el venidero 2014, a la vez que reitero mi sincero llamado para que evitemos que nuestros actos y decisiones atenten (de manera involuntaria) contra nuestra propia vida como consecuencia de actos de imprudencia, impericia o simple irresponsabilidad
@Angelrangels