Navidad es sinónimo de vacaciones, pero también de hacer un esfuerzo extra para terminar con los pendientes laborales y cumplir con los compromisos, incluida la fiesta del trabajo. Siete de cada 10 mexicanos no se escapa de una celebración en la oficina antes del fin de año, según una encuesta del portal laboral Trabajando.com.
Aunque estas celebraciones quiten horas de trabajo o para algunos no terminen de forma satisfactoria, el 86% de los mexicanos valora estos eventos, indica el sondeo entre más de 700 trabajadores.
Además de cumplir con su trabajo normal, en estas fechas los empleados invierten tiempo en actividades como coordinar la dinámica de intercambio de regalos o una fiesta, lo que a veces no agrada a los encargados de ellas.
“Las actividades de cierre de año pueden ser una vía para agradecer al equipo y fomentar la comunicación, pero terminan generando estrés”, advierte el documento ‘Sobreviviendo a la fiesta de navidad en la oficina’, de la firma de recursos humanos Robert Half México.
La fiesta o brindis que hacen muchas empresas puede ayudar a mejorar la red de contactos con compañeros y jefes, sin embargo, uno de cada 10 empleados admite que ha tenido una conducta reprobable durante estos festejos, según una encuesta del portal laboral Monster.com.
¿Qué debes tomar en cuenta para estos eventos de temporada?
1.- Los regalos
El intercambio es una política en algunas empresas para integrar al personal. Para que esta actividad cumpla esa función, los expertos recomiendan que sea algo organizado por los empleados en espacios fuera de la oficina. Un error común en que caen las organizaciones es en imponer esta actividad, explicó la psicóloga por la UNAM y especialista en recursos humanos, Berenice Vallejo.
Los expertos recomiendan que si los jefes regalan algo a sus subordinados sean cosas útiles, no artículos impersonales como agendas o calendarios, pues esto refleja poca atención. “Es el obsequio otorgado para cumplir con una tradición, y que es adecuado para un evento corporativo”, agregó Vallejo.
Si no existe una dinámica de regalos, el colaborador de menor rango no debe estresarse por otorgar un gran obsequio a sus superiores ya que, por protocolo, el detalle debe tenerlo el jefe en nombre de la organización, cita el documento de Robert Half.
2.- Cuidado con la fiesta
Diciembre es el mes más riesgoso para “echar por la borda” una buena reputación, más aún después del brindis oficial; una fiesta entre compañeros o la comida con el jefe se pueden prestar para beber de más, coquetear con algún compañero, hablar mal de los superiores o pedir un aumento sin planearlo.
Si la empresa invierte en un espacio de convivencia para festejar las fiestas decembrinas, lo mejor es sacar provecho del encuentro y evitar comportamientos que dejen en evidencia al empleado, alertó la firma de recursos humanos OCCMundial, en el informe ‘Fiestas de fin de año en la oficina, organízate y cuida tu reputación’.
Para sacar una ventaja profesional de esos eventos es necesario pensar que son un momento para acercarse laboralmente a otros colegas y romper con la rutina del círculo cercano.
Estas fiestas sirven para conocer a un jefe de otra área, o a un empleado de otro departamento con el que existe poca relación laboral, que podría convertirse en un contacto importante para planes futuros. “Este mes es para fortalecer relaciones de trabajo o demostrar que cumpliste con los objetivos laborales”, indicaron especialistas de OCCMundial.
3.- Días de descanso
Un error en esta época es que al acercarse las fechas de celebración los empleados no tengan definido cuáles serán las necesidades de trabajo. Eso limita la posibilidad de delegar y planificar actividades, menciona en su informe la firma Robert Half.
“El conflicto viene porque suelen ser días poco organizados, los jefes no establecen horarios de entradas y salidas, entregas, o trabajo a distancia, y esto hace que una tarea que podía ser sencilla se complique para quienes permanecen en la oficina”, explicó Vallejo.
Una posible solución es permitir que los equipos organicen su calendario de trabajo y establezcan cómo pueden delegarse responsabilidades.
Si el jefe pide al personal trabajar los días de celebración debe poner el ejemplo y estar presente. Una oficina llena de colaboradores sin ningún jefe es una receta segura para crear resentimiento de los empleados y “disminuir su moral”, puntualiza el informe de Robert Half. CNN