Los resultados de un largo estudio sobre salud reproductiva (publicados en la British Medical Journal) revelan que una de cada doscientas mujeres en EU afirman haber tenido hijos sin haber tenido relaciones sexuales.
El estudio revisó los casos de 7,870 mujeres de entre 15 y 28 años, entre 1995 y el 2009. 45 de ellas (0.5%) afirmaron haberse embarazado “sin el uso de tecnología reproductiva de asistencia”, o en otras palabras, que en su embarazo no intervino la fertilización in vitro ni las relaciones sexuales por vía vaginal.
La partenogénesis (del griego parthenos, virgen, y genesis, nacimiento) puede ocurrir en otras especies animales donde es posible reproducirse asexualmente. Para tratar de entender estos resultados, los investigadores de la Universidad de Carolina del Norte analizaron la información que las mujeres dieron sobre su salud reproductiva durante los años del estudio y encontraron algunas posibles explicaciones.
Encontraron que las mujeres embarazadas que afirmaban nunca haber tenido sexo compartían algunas características: 31% de ellas había hecho alguna especie de “voto de castidad”, una promesa de índole religiosa para abstenerse del sexo. 15% de ellas firmaron algún tipo de voto de este tipo. De las 45 mujeres que reportaron haberse embarazado siendo vírgenes y de las 36 que de hecho dieron a luz en ese tiempo, afirmaron que sus padres nunca o rara vez les hablaron sobre sexo y métodos anticonceptivos.
Cerca del 28% de los padres de las “madres vírgenes”, al ser entrevistados, indicaron no tener suficiente conocimiento para hablar sobre sexo o métodos anticonceptivos con sus hijas.
Los autores del estudio afirmaron que las declaraciones científicamente imposibles (como la de tener hijos sin que medie relación sexual) pueden indicar anomalías en la recabación de datos: memoria falible, creencias religiosas y pensamiento mágico pueden adulterar la información que los sujetos les dan a los investigadores. Este tipo de interpretación de lo que alguien dice sobre su propio comportamiento, al menos en el caso de este estudio, permite descartar por el momento alguna prueba científica de que se pueda dar a luz sin haber pasado por el trance de una relación sexual con penetración, eyaculación, y todo eso que al parecer sigue sin enseñarse en todas las escuelas.
Fuente: Avantsex