A muchos latinos en Estados Unidos les preocupa que sumarse al seguro médico bajo la reforma sanitaria del presidente Barack Obama atraiga la atención de las autoridades de inmigración y eso ha afectado la inscripción al programa, según defensores de la ley llamada Obamacare.
Convencerlos de inscribirse podría ser crucial para el éxito de la ley, y partidarios de la histórica reforma de Obama están apuntando su campaña a los 10,2 millones de latinos elegibles para los nuevos seguros o la expansión del programa Medicaid para los más pobres.
Como grupo, los latinos son más jóvenes que la población general de Estados Unidos y se incorporaran masivamente a la Ley de Cuidado Asequible y Protección del Paciente podrían ayudar a compensar los costos de cubrir a personas mayores y con más problemas de salud.
Pero el esfuerzo por sumarlos a la iniciativa parece estar quedándose corto. En California -estado que alberga a la mayor población de latinos del país- sólo el 13 por ciento de los inscritos en el mercado virtual llamado Covered California se identificaron como hispanos, pese a representar el 38 por ciento de los habitantes, informó el estado la semana pasada.
Irónicamente, los sondeos han mostrado que los latinos apoyan más la ley que el público general. Un sondeo realizado en septiembre por Pew Research Center reveló que el 61 por ciento de los hispanos tenía una visión favorable de la ley frente al 29 por ciento de la población anglosajona.
La ley, aprobada en el 2010, estableció mercados de seguros en línea para que millones de personas sin seguro pudiesen acceder a planes de salud privada.
El Gobierno de Obama no ha publicado las cifras de inscripción por grupo étnico, pero hasta ahora los funcionarios no son muy optimistas sobre la participación latina.
“No me sorprendería que esos números no sean los que queremos ahora”, dijo Mayra Alvarez, directora asociada de salud de minorías en el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos.
LEY DE INMIGRACION
La campaña de inscripción podría estar estancándose en parte por el vigoroso cumplimiento de las leyes de inmigración desde el Gobierno. Las deportaciones llegaron a un récord en el primer mandato de Obama, según datos de Pew Research Center.
Aunque Obama apoyó un proyecto de ley que abre el camino a la ciudadanía para muchos de los 11 millones de inmigrantes indocumentados del país, su Gobierno aumentó las deportaciones a casi 410.000 personas el 2012, casi el doble que en el 2003.
Los partidarios de Obamacare dicen que el temor a las leyes inmigratorias es una preocupación particular para las familias hispanas en las que un cónyuge es ciudadano o residente legal en Estados Unidos y su pareja no tiene documentos, o en las que ambos padres son inmigrantes indocumentados y sus hijos poseen la ciudadanía.
“Muchas familias de estatus mezclados temen que si se inscriben, el Gobierno vendrá y las dividirá con deportaciones”, dijo Daniel Zingale, vicepresidente de California Endowment, una fundación de salud.
El caso de una pareja que el mes pasado viajó a un evento del grupo Visión y Compromiso en Los Angeles refleja el tipo de problemas que éstas familias enfrentan, dijo Hugo Ramirez, el administrador del programa. La organización, dedicada a mejorar la salud de la comunidad hispana, recibió fondos a través de Covered California para promocionar Obamacare.
Los padres indocumentados, él un trabajador de la construcción y ella una empleada doméstica, temían que la información necesaria para inscribir a sus tres hijos en Covered California pudiera ser utilizada en su contra por parte de funcionarios de inmigración, dijo Ramirez.
Un defensor del programa les aclaró que no corrían el riesgo de quedar expuestos ante las autoridades migratorias, pero que al inscribir a sus hijos y dar detalles de los ingresos familiares tendrían que empezar a pagar impuestos a los ingresos pese a no tener documentos, dijo Ramirez.
La pareja se veía inclinada a comprar cobertura para sus hijos, de los cuales el mayor tenía 17 años, comentó.
El Gobierno ha intentado calmar las preocupaciones sobre inmigración, que fueron planteadas por líderes comunitarios antes de que empezara el periodo de seis meses de inscripción el 1 de octubre. La agencia de Inmigración y Aduana de Estados Unidos dijo en octubre que la información personal enviada por los que compren seguros no será usada para fines inmigratorios.
El mercado de salud en línea de Minnesota, MNSure, dijo que incluso cuando las familias latinas con estatus mezclados se preparaban para inscribirse, algunos dudaban en enviar la información necesaria para verificar la identidad del miembro que buscaba seguros en línea.
“Esto está en nuestro radar y nos estamos comunicando con nuestros navegantes al respecto”, dijo la portavoz de MNSure Jenni Bowring-McDonough. Reuters