Alex Cabrera, un Samurái que rompe con los récords en Venezuela

Alex Cabrera, un Samurái que rompe con los récords en Venezuela

(Foto/Federico Parra)

El primera base de los Tiburones de La Guaira, Alex Cabrera, está decidido a romper con todos los récords en el béisbol venezolano, después de adueñarse del registro histórico de jonrónes en una temporada con 21, superando a Baudilio Díaz, quien disparó 20 con los Leones del Caracas hace 33 años.
El ‘Samurái’, apodo que se ganó Cabrera tras jugar una década en la liga japonesa, conectó el vigésimo primer cuadrangular frente al lanzador estadounidense Daryl Thompson, en la victoria por 4-3 de su equipo ante los Caribes de Anzoátegui, este 22 de diciembre, fecha que quedará grabada en la historia de la pelota venezolana.

No es casualidad que el pelotero venezolano logre este registro, ya que en el 2002 disparó 55 ‘bambinazos’ con el Softbanks Hawksen de la difícil liga japonesa e igualó la marca histórica de Sadaharu Oh, quien conectó esa misma cantidad en 1964, aunque en septiembre pasado ese récord fue superado por el curazoleño Wladimir Balentien.

Cabrera, nacido al noroeste de Venezuela en la localidad de Caripito, estado Monagas, debutó en el béisbol profesional de ese país en 1994 con el que es hoy su actual equipo, los Tiburones, aunque también ha pasado por los conjuntos Leones del Caracas y el desaparecido Pastora de los Llanos antes de volver con los salados.





El beisbolista venezolano ha levitado por sus logros, aunque no se mantiene lejos de los escándalos de quienes lo han señalado de involucrarse con el dopaje, tras tener una mención en el Reporte Mitchell, que lo implica con el uso del esteroide winstrol en el 2000, único año en Grandes Ligas con los Cascabeles de Arizona.

Cabrera, que venía de jugar en México con los Tigres de Quintana Roo, se encontró en la lista de 85 peloteros de la MLB que presuntamente usaron sustancias prohibidas, de acuerdo con el Reporte Mitchell presentado el 13 de diciembre de 2007.

Este informe fue elaborado a petición del comisionado de Grandes Ligas, Bud Selig, quien en el 2006 contrató al exsenador George Mitchell para investigar las denuncias de uso de drogas entre los beisbolistas.

Cabrera negó haber usado esteroides y en su caso no hubo sanción ni llamada de atención en su contra, suceso que despertó admiración y críticas en el medio de una legión de seguidores en su país.

En el 2012 protagonizó una polémica tras conectar un jonrón frente a los Leones del Caracas, equipo donde milita su hijo Ramón Cabrera, a quien le entregó su camisa después de pisar el home, como un gesto que anticipaba su posible despedida del deporte.

La directiva de los Leones solicitó una sanción contra el pelotero por este gesto.

Sin duda alguna el cenit de su carrera la vivió en la liga de béisbol de Japón con los Leones del Seibú, con el que estuvo seis años, luego pasó al Búfalos Orix y siguió al SoftBank Hawksen, para promediar un average ofensivo de .294, disparar 357 cuadrangulares e impulsar 949 carreras en poco más de una década en la pelota nipona.

En la actualidad Cabrera vislumbra una posible triple corona ofensiva en el béisbol invernal venezolano, es decir, culminar la temporada como el líder en cuadrangulares, en carreras impulsadas y en promedio ofensivo, una hazaña inédita en la historia de este deporte en ese país.

A este paso avasallador se perfila a convertirse en una leyenda en la liga venezolana y, pese a sus 42 años, ha despertado interés en los 30 equipos de la MLB en las reuniones invernales celebradas en Florida entre el pasado 9 y 12 de diciembre, según aseguró el presidente de los Tiburones, Antonio José Herrera.

Un scout de la liga japonesa confirmó también el interés de equipos de la liga asiática para la próxima temporada, con la ventaja de jugar nacionalizado.

“Tengo todavía habilidades para seguir jugando a la pelota. Por eso es que uno está en este negocio”, señaló hoy Cabrera a periodistas tras disparar su histórico jonrón 21 en Venezuela. EFE