Para poder presumir de cristalería brillante deberíamos pulirla suavemente una vez al año. Para hacer el pulimento casero sólo necesitas:
– Levadura
– Agua
Para preparar el pulimento casero echa la levadura en un recipiente y vete añadiendo agua, mientras vas amasando. La consistencia que debes conseguir es la de una pasta fina. Una vez hayas conseguido la textura, simplemente impregna un trapo con la mezcla y frota suavemente tu cristalería. Aclara con agua caliente para eliminar todos los restos y seca con otro paño que no suelte pelusa. Tus vasos y copas quedarán espectacularmente brillantes!
Fuente: Los Remedios de la abuela