Algunos pensaron que con la desaparición de Chávez el cambio de rumbo sería sencillo, pero Maduro demostró habilidades y se benefició del secuestro de las instituciones. Su designación como vicepresidente y su candidatura presidencial fueron inconstitucionales. Su triunfo en las elecciones fue viciado por la negativa de auditar los cuadernos electorales. Transcurrió el año insultando a los opositores y lo finalizó propiciando saqueos y convocando a gobernadores y alcaldes. La asistencia a esa reunión no lo legitima y producirá muy pocos dividendos para la democracia. Quizá la devolución de algunas competencias a las alcaldías y gobernaciones, dar un mensaje que engañará a algunos y, a lo mejor, la libertad de algunos presos políticos. Si cede más pierde el apoyo de sus principales pivotes, ya que el Plan de la Patria es incompatible con la democracia.
La alternativa democrática logró la unidad de candidaturas. Contra viento y marea mantuvo alcaldías y conquistó otras. Considerando las condiciones adversas, lo conseguido tiene carácter de heroicidad. Lamentablemente no hemos logrado penetrar en los estratos D y E de la población y en las recientes elecciones municipales no logramos la mayoría del voto nacional. A fines de año se han producido algunas declaraciones que no suman, pero esperemos que las aguas vuelvan a su nivel.
El año que se inicia mañana será muy difícil para el oficialismo y para la alternativa democrática por el simple hecho de que no habrá elecciones. Inevitablemente el régimen entrará en crisis por demandas sociales que no podrá satisfacer. Para los demócratas tampoco será fácil ya que muchos pensarán que la unidad no es tan imprescindible y pueden surgir francotiradores.
Lo deseable sería que los nuestros se abocaran a elaborar un acuerdo de gobernabilidad para cuando el régimen se derrumbe y dialogar con las bases afectas al oficialismo. En el 2014 seguiremos optimistas, presentes y comprometidos.
!No más prisioneros políticos, ni exiliados!