Ayer, lejos de su patria y nublado en los recuerdos, falleció Alejandro Otero Silva, el último de cinco hermanos que llegaron a Caracas desde Barcelona, Anzoátegui, abriendo caminos infinitos y pensando futuros que se hicieron luego hermosos y ciertos. Fue un emprendedor nato. Llevó la electricidad a su pueblo natal, sembró negocios y comercios. Su paso por la C.A. Editora El Nacional, de la cual fue presidente, estuvo signado por la eficiencia gerencial y la preocupación por los periodistas y trabajadores.
Nuestras condolencias.