El ayuntamiento de Nápoles (sur de Italia) ha anunciado un experimento para intentar frenar el problema de los excrementos de perros en las calles que consiste en extraer el ADN de estos animales para poder multar a los propietarios que no recojan sus heces.
La ordenanza municipal, que publican hoy los medios de comunicación italianos, prevé que el experimento se realice por el momento en los barrios napolitanos de Vomero y Arenella.
En estos barrios se ha informado a los propietarios de perros que tienen que inscribir a sus animales en el registro canino regional, donde se les extraerá gratuitamente sangre para la creación de un banco de datos del ADN.
Después el ADN del excremento encontrado por la calle será analizado y servirá para identificar y multar al propietario del perro que no lo ha recogido.
Según se lee en la ordenanza, “los propietarios que no registren a sus perros o se opongan a la extracción de sangre serán castigados con multas que van desde los 25,82 a los 154,94 euros”.
El teniente alcalde de Nápoles, Tommaso Sodano, explicó a la prensa italiana que esta iniciativa prevé frenar el problema de los excrementos, pero también ayudará a reducir el abandono de perros y prevenir la salud de estos animales y de los ciudadanos.
Sin embargo la iniciativa presenta ya varios problemas, según explica el diario “La Repubblica” y ya se han producido las primeras polémicas.
En primer lugar se destaca el coste de la operación en una ciudad inmersa en una grave crisis, ya que según han explicado los laboratorios de análisis la extracción del ADN tiene un coste de cerca 300 euros.
Pero además, surge el problema de quién se ocupará de recoger los excrementos caninos y llevarlos a los laboratorios, ya que la policía municipal ha asegurado que no lo hará.
EFE