El señor Maduro pidió “no politizar el caso de Mónica”, es decir, quiere que nos callemos la boca y demos por buenas las declaraciones y actuaciones del régimen. Absurdo propio de un incompetente con el juego enredado sin saber que hacer para salir del complicado cuadro que se le cierra con peligro de asfixiarlo. Iba a escribir que Venezuela no se merece a este régimen, ni a quien lo dirige, pero debo abstenerme aunque lo piense.
No solamente el caso de Mónica, aquí llegó la hora de politizarlo todo en nombre de la libertad, la verdad y la justicia. A esos fines debemos seguir el camino planteado por la Conferencia Episcopal Venezolana con sus claras advertencias sobre el presente y la intencionalidad futura del aparato gobernante. Las máximas autoridades de la Iglesia Católica hacen un llamado a la nación para enfrentar ese manifiesto comunistoide llamado Plan de la Patria. Es una de los caminos para impedir la consolidación del régimen autocrático, totalitario y corrompido que, bajo la inspiración de un marxismo trasnochado, abandona aquello de “socialismo del siglo XXI” para asumir la dictadura a plenitud.
Es hora de la política con P mayúscula, de los políticos como apóstoles y servidores del bien común, de la búsqueda de la justicia social. COPEI esta cumpliendo 68 años. Debería tomar el mensaje de CEV como carta de relanzamiento existencial.
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