Carmen Rodríguez llegó a las 5:00 de la mañana de este viernes al estacionamiento del supermercado Santo Tomé de Unare para adquirir harina de maíz precocida, un producto que no se consigue normalmente en los anaqueles. Apenas se enteró, partió desde su vivienda en Fronteras de Guaiparo y al ser numerada con un marcador le estamparon en su brazo el número 555, publica Correo del Caroní.
“Esto es horrible, es una sinvergüenzura de uno mismo que lo ha permitido, pero no tengo otra opción, no tengo nada en mi casa ni para fregar”, dijo, al precisar que en su comunidad los buhoneros revenden la harina de maíz hasta en Bs. 60 el kilogramo; el empaque de cuatro rollos de papel sanitario en Bs. 40 y el café en Bs. 50. “Ni trabajo ni tengo sueldo, así que no me queda opción sino calarme la cola, el hambre nos está matando”, agregó.
“Es terrible pasar por esto, pero la necesidad tiene cara de perro”, dijo Claudia Silva. “Uno lo hace por los hijos, hoy me dieron el día y vine a hacer la cola”, señaló Nubia Guzmán.
“Cuando no hay harina se come arroz, pero eso ni se consigue”, expresó por su parte Albis Díaz, al indicar que la lista de productos escasos es infinita.
En el Automercado Biblo’s Unare comercializaron este viernes papel sanitario, la cola rodeaba al centro comercial; situación similar se registró en el Abasto Venezuela de Alta Vista, antiguo La Fuente, en donde vendieron pollo y carne.
“¿Cuándo este Gobierno entenderá que esto no es normal? ¿Por qué nos someten a esto?”, dijo la señora Carmen González, habitante de 25 de Marzo, mientras hacía la cola.