El Instituto para las Obras de Religión (IOR), más conocido como el banco del Vaticano, volverá a publicar sus cuentas a mediados de 2014, tras la divulgación del balance, por primera vez en su historia, el pasado 1 de octubre, como medida de transparencia de la institución.
Mediante un comunicado divulgado hoy, el IOR da cuenta de los principales avances logrados en los últimos meses en pro del cumplimiento de los estándares internacionales de las entidades financieras y una mayor transparencia.
“Como institución de la Iglesia, tenemos la gran responsabilidad de estar en la línea de los estándares elevados de los que, justamente, se espera el cumplimiento por nuestra parte. Hemos trabajado muy duro para mejorar la adecuación, la transparencia y los procesos internos del Instituto”, afirma en la nota el presidente del IOR, Ernst von Freyberg.
“Aunque hay aún mucho que hacer en términos de implementación, no hay duda de que nos estamos moviendo por el camino adecuado y que hemos alcanzado progresos significativos (…) Deseo agradecer a nuestros empleados que han trabajado con gran dedicación y profesionalidad para alcanzar los ambiciosos objetivos definidos el año pasado por la Dirección del IOR”, añade.
El Consejo de Superintendencia del IOR recibió este miércoles un informe sobre la marcha del proceso de reformas interno, que, aunque sigue abierto, ya ha dado pasos adelante, centrándose en nueve aspectos que se detallan en la nota.
Se trata de una adopción y ampliación del manual para la lucha contra el blanqueo de capitales, la potenciación de los sistemas informáticos, la verificación de los datos de los clientes, un examen exhaustivo de las transacciones, así como un plan de formación del personal.
Además el banco del Vaticano, cuyo secretismo le había llevado a ser incluido en “la lista negra” de las instituciones financieras, asegura haber llevado a cabo mejoras en las informaciones dada a la autoridad vaticana competente, un desarrollo de las relaciones con distintos bancos, una optimización de la gestión del riesgo de la entidad y mejoras en la transparencia.
La nota se refiere además al caso del prelado italiano Nunzio Scarano arrestado en junio por un delito de blanqueo de capitales, quien ayer volvió a recibir una nueva orden de detención domiciliaria por más cargos, siempre en relación con las irregularidades cometidas en la gestión del IOR
Scarano, exresponsable del servicio de contabilidad de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA), se ocupaba, supuestamente, de una amplia red de blanqueo de dinero que hacía pasar por falsas donaciones para los pobres y que acababan en las cuentas del banco del Vaticano.
“Por lo que respecta a las investigaciones sobre el caso que desde junio de 2013 ve implicado a Nunzio Scarano, el IOR ha dado orden de abrir una investigación interna detallada sobre los hechos y las circunstancias en torno a esta cuestión y ha presentado sus resultados a las autoridades vaticanas competentes. Las autoridades vaticanas han congelado las cuentas”, recuerda el banco. EFE