Leonardo Vera: Pensamientos clandestinos sobre ciertos anuncios oficiales en materia cambiaria

Leonardo Vera: Pensamientos clandestinos sobre ciertos anuncios oficiales en materia cambiaria

Leonardo Vera, economista, profesor de la UCV

Conviene ante todo comenzar advirtiendo que encaramos una crisis económica cuya faceta externa se manifestó en una crisis de balanza de pagos durante el año 2013.

El gobierno reaccionó hace meses atrás ante la crisis con un ajuste incompleto, elevando levemente (en febrero del pasado año) la paridad cambiaria a 6,3 Bs/US$ y racionando más fuertemente la asignación de divisas. Cuando salgan las cifras de CADIVI de 2013, vamos a constatar esto último.

¿Por qué el gobierno ganando hace más de un año unas elecciones todavía está haciendo un ajuste? Un problema de economía política y “governance” donde probablemente se mezcla la creciente fragmentación ideológica, el gigantismo burocrático, la incompetencia y el miedo. La segunda parte del ajuste la estamos viendo desde hace unos días y los anuncios de  Rafael Ramirez (R.R.) se limitaron sólo al régimen cambiario.





La presencia protagónica de R.R. en tan delicados y determinantes anuncios termina confirmando una sabia regla de gobierno para la Venezuela contemporánea. La política económica en Venezuela no puede dejarse en manos de un oficial de PDVSA. Ramirez ha dejado claro que sólo está dispuesto a transferir divisas para las necesidades y obligaciones de la economía en 2014 por 42.000 millones de dólares. Ese monto, está 4.000 millones por debajo de lo asignado por PDVSA al BCV en el año 2012 y por debajo igual de lo asignado en 2013, cuya cifra total la sabremos en un tiempo. El lector no bien advertido debe saber que 10 años atrás PDVSA asignaba al BCV el 80% de las divisas petroleras. Hoy escasamente vende el 50%.

R.R. regaña a la economía señalando que hay despilfarro de divisas y uno se pregunta ¿y que estará pasando en PDVSA? Pues bien lo que R.R. no señaló en su rueda de prensa es que el BCV reporta ingresos por exportaciones petroleras anuales para Venezuela por encima de los 90.000 millones de dólares y que PDVSA se está quedando con 48.000 millones ¿Por qué no revisamos más bien en que se está usando el grueso de las divisas en manos de PDVSA?

De seguidas pasa a anunciar los cambios en la “arquitectura” cambiaria. Se crea el CENCOEX, pero se crea con el mismo personal de CADIVI, con el mismo régimen cambiario, con los mismos incentivos, pero con menos dólares. Cambios nominales y maquillaje al que ya los venezolanos estamos acostumbrados… Ya veremos en poco tiempo al señor Fleming saliendo del CENCOEX por la puerta de atrás.

Pasamos al tema de la distribución de divisas…. ¡oh sorpresa! Empezamos la rueda de prensa dejando claro que Venezuela nunca ha dejado de pagar ni dejará de pagar su deuda externa. El capital financiero global puede entonces dormir con tranquilidad, pues R.R. señaló sin respiro algo que ya muchos sabemos de hace tiempo. Que el repago de los compromisos externos del gobierno tiene su apartado especial… A Golden Share, para decirlo en la jerga financiera del capitalismo. Entonces para que tanta habladera de paja sobre las falencias de capitalismo financiero global… Por supuesto, las tiene, y muy grandes, pero un mínimo de coherencia debe exigirse cuando se confronta la palabra con los hechos. No hay problema en pagar las acreencias, y Venezuela ha pagado 45.000 millones en capital e intereses externos en los últimos 3 años, pero en ese caso es mejor no hablar paja.

Habiendo recibido merecidamente o no su prioridad, los acreedores externos barriga llena y bien pagados abren entonces paso a los demás. En este juego de la distribución de las divisas hay, desde luego, unos agentes institucionales mejores que otros. Unos llamados “households” llevaron todas las de perder. Estos deben pagar ahora más bolívares si quieren viajar, más bolívares si quieren enviar una remesa familiar, más bolívares si quieren hace una compra exterior (que sólo se permite en Venezuela por internet). Ya bastante malo era decirles que su patrimonio en US$ cambió, que su salario en US$ es ahora más bajo y que pagaran cierto impacto inflacionario al igual que todo el mundo por el ajuste cambiario.

… y todo esto por una devaluación… ¿y de cuanto fue la devaluación? pues bien… A interpretar por lo señalado por R.R, sólo el 26% de las necesidades para el pago de bienes y servicios importados van a la tasa marcada en el SICAD. El resto (74%) sigue a 6,3 Bs./US. Esto significa que la tasa de cambio promedio pasa de 6,8 Bs./US$ a 7,6 Bs./US$. La realidad pues es que el ajuste en la tasa de cambio promedio fue de sólo 10,3%. Pues ser que esto cambie, y no sorprendería, pues aquí todo es ensayo y error.

Lo anterior es una calamidad. La mayor parte de los estudios sobre cual es la tasa de cambio que respeta hoy día la paridad del poder de compra para Venezuela señalan que está entre 16 y 20 Bs./US$. Así que aun con una nueva devaluación lineal de 100% estaríamos por debajo de esa tasa. El rezago es grande y el camino empinado.

La calamidad tiene su origen en dos pésimos acompañantes: la ignorancia y el miedo. No hay nadie en ese equipo económico que entienda conceptualmente que es una tasa de cambio real o una tasa de cambio real de equilibrio. Por otra parte, el gobierno cada vez que ajusta la paridad cambiaria lo hace forzado por las circunstancia, nunca como una forma estratégica de encarar los desafíos de política.

R.R, anunció textualmente: “Esto no es devaluación, es un sistema cambiario distinto con bandas”. El diario El Universal incluso titulo hoy “Ejecutivo anuncia sistema de bandas para nuevo esquema cambiario”. La verdad es que uno no sabe si sentir tristeza o desazón por las cosas que tiene que leer o oír de estos arribistas empíricos. R.R. no tiene la más mínima idea de lo que es un sistema de bandas cambiarias. La realidad es que por el momento lo que tenemos es un régimen de tipo de cambio fijo y dual, que seguirá acumulando sobrevaluación en la medida que el problema inflacionario no se atacado con seriedad.

Para ser más precisos, la realidad es más bien ésta: Sin un plan integral para atacar la inflación, sin abundancia de divisas y sin un plan para recobrar el buffer de reservas que el país necesita, ningún régimen cambiario podrá tener éxito… y en estos aspectos R.R. y los enanos lucen absolutamente perdidos y sin palabra alguna.