Una fila especial para las personas de la tercera edad, quienes presentan discapacidad y para las embarazadas en los establecimientos comerciales, fue la solicitud de varias personas de Maturín. Josefina Márquez, del sector Santa Inés, manifestó que es una injusticia verse obligados a hacer las largas colas por varias horas bajo el sol.
“Me siento mal de salud y no han tomado encuentra que soy una persona mayor, ya tengo cuatro horas en la cola y también hay mujeres embarazadas”, precisó Márquez, quien propuso tomarlos en cuenta y respetar su condición.Entretanto, Noel García, residente del sector La Puente, lamentó que esperar por horas afuera de los locales para comprar alimentos sea la nueva rutina diaria.
“Me siento agotado, pero la necesidad me obliga, debo llevar la harina, leche y la carne para la casa”, comentó.García resaltó que el Gobierno nacional debe poner mano dura y sancionar a las personas que se benefician vendiendo los productos con sobreprecio.
Jhonny Guerra, del sector Pararí, señaló que ya las colas se han vuelto una costumbre. “Salgo día a día a buscar lo que está escaso y me sumo a la cola, generalmente lo expenden a precio regulado”, indicó.
Gloria Campos, de Los Guaritos II, reconoció que no acostumbra a realizar colas, pero necesita comprar carne a precio regulado. “No me gusta hacer colas, prefiero pagar un poco más para evitarme el mal rato, pero es que no encuentro carne en los supermercados”, relató.
Los organismos encargados de inspeccionar los costos y precios deben efectuar operativos constantes para que no siga la especulación, es la sugerencia de Campos.