El diario oficial cubano Granma arremetió este viernes contra el desabastecimiento, la falta de información y el mal trato a los clientes, en los mercados estatales, donde acude la población de más bajos ingresos.
“La carencia de (…) artículos, los precios desiguales en los mercados o la heterogénea distribución, alarman y preocupan a los clientes. Y no solo esto. La información que brindan los dependientes o su trato a la población en ocasiones deja mucho que desear”, señala un amplio reportaje publicado por el diario.
En un recorrido de sus periodistas por esos establecimientos de productos industriales o artesanales, tanto en La Habana, como en provincias, Granma constató “ausencia total de productos buscados por los clientes, como el cepillo de dientes para adultos o los bombillos ahorradores”.
En Cuba donde circulan dos monedas, el peso convertible (CUC, en paridad con el dólar) y el peso cubano (CUP, 25 por un CUC), en el cual se pagan los salarios, los principales servicios y los alimentos de la insuficiente canasta básica, también existen dos tipos de mercados estatales, según la moneda.
La política estatal es vender en esos mercados estatales industriales artículos de producción nacional a menor costo que los ofertados en divisas (generalmente importados), aunque generalmente de calidad inferior, dirigidos a las personas de menores ingresos o sin acceso directo a las divisas.
La tercera opción son las ventas que realizan los vendedores privados, “cuentapropistas”.
“Aquí no hay cepillos de dientes desde hace más de un año, pero los cuentapropistas sí tienen, cerca de aquí, o si no, los encuentras en divisa”, dijo a Granma una dependienta de un mercado estatal.
Pero además “muchos de los establecimientos visitados por este equipo (de periodistas) carecen de información sobre los productos o de la profesionalidad que exige el trabajo con público”, señala el diario.
“La diferencia de precios de los productos (en mercados similares estatales) es otro aspecto que afecta la calidad de los servicios y demuestra el inefectivo control de las administraciones y sus instancias superiores”, concluye el periódico. AFP