Maduro promete “castigos severos para “fascistas” que agredan a la sociedad, a propósito de la denuncia oficial de un supuesto ataque de los estudiantes a la residencia del gobernador del Táchira, región convulsionada, como todo el país, por las protestas contra la inseguridad que ya no respeta ni escuelas, iglesias ni hogares. Las redes sociales, dada la vergonzosa censura a la radio y TV, han mostrado la brutal represión de la GN y policía contra los estudiantes que ejercen su histórico derecho a la protesta, respecto a la cual tanta experiencia violenta tienen los encapuchados que hoy ejercen altos cargos en el Gobierno, como el de Canciller, por ejemplo. Maduro, quien a un mes del espantoso asesinato de Mónica Spear no parece preocuparle que el autor del doble crimen -Gerardo José Contreras, de 18 años, alias “el Gato”- no haya sido capturado, aprovecha para dar otra arenga: “compatriotas, al fascismo se derrota consolidando la obra de la revolución y garantizando la paz en toda la patria, con el pueblo alerta en la calle”. O sea, que Nicolás propone a sus grupos armados, incluyendo a los buenandros, que repriman a quienes protestan por la inseguridad, la inflación, la insoportable escasez de alimentos y medicinas y, en general, la destrucción del país. La prioridad de Maduro es la represión y no la solución de los problemas creados por la corrupción e ineptitud oficiales: “Si Ud. quiere que la policía llegue veloz -dice un agudo internauta- no les diga que fue un atraco, dígales que hay una protesta”. Aún con amenazas, las manifestaciones arrecian a medida que aumentan las decisiones descabelladas de Maduro. A los sectores productivos, acorralados por la carencia de divisas y el acoso oficial, se les acusa de “usureros y autores de una “guerra económica” inexistente. El “dakazo” y la Ley de Precios “In”Justos muestran ya sus resultados: inflación desmedida, anaqueles vacíos y escasez nunca vista en alimentos, medicinas, repuestos de vehículos y muchos más.
Enmudecidos los medios audiovisuales con la amenaza de suspenderles la concesión, al Gobierno solo le falta la prensa escrita, a la que ahoga con la escasez de papel. Por eso el Sindicato de Trabajadores de la Prensa está convocando una marcha este martes 11 en Plaza Venezuela a las 9 am, para dirigirse hasta la antigua sede de Cadivi: las crisis -dice Marcos Ruiz, presidente del SNTP- va más allá de la falta de divisas. Quítenle los dólares a la corrupción y dénselos al sector productivo”. Añadió que 12 diarios han cerrado por falta de papel y otros 15 están en alto riesgo de cerrar en días.
Varias ONG reclamaron “medida humanitaria para Simonovis”, alegando que su muy grave estado de salud exige un tratamiento que los médicos no pueden dárselo en prisión (EU 06-02-14). Mientras Maduro indulta a cientos de delincuentes y a un guerrillero narcotraficante, no se conmueve ante la posibilidad de que Simonovis muera en la cárcel, como también condena a 40 mil enfermos de cáncer por falta de fármacos y equipos de radioterapia (dañados más de un año). Pero eso sí, Nicolás engorda la nómina de los inútiles enchufados con 29 ministros y 107 viceministros.
En la concentración del 2F en Plaza Brion, los asistentes, con Ledezma, María Corina y Leopoldo a la cabeza, convocaron una marcha para este 12 de febrero. Pero sobre la oposición hay sombras que ponen en peligro una lucha eficaz contra el régimen de Maduro, debilitado por el caos del país y sus rencillas internas. Desmarcarse ahora de quienes desde la oposición proponen tomar la calle para la protesta pacífica (y no el golpe, ni la violencia) sería un suicidio político. La MUD es necesaria, como también lo son Ledezma, Capriles, María Corina, Leopoldo, Diego Arria y muchos otros. Afortunadamente una ecléctica respuesta de PJ y de la MUD confirmaría que la Unidad puede reconstruirse, respetando las tendencias internas: Tomás Guanipa, secretario general de PJ, dijo hace 3 días que “a propósito de la protesta del próximo 12 de febrero, la MUD aprobó por unanimidad salir a la calle a protestar y acompañar al ciudadano común en sus manifestaciones de descontento, pero también respaldar a los alcaldes y gobernadores en la búsqueda del diálogo para buscar soluciones”. Así la MUD estaría desempolvando aquel documento suscrito por ella el 8 de junio de 2009 (“Compromiso y Convocatoria a la Unidad Democrática”) en el que anunciaba la protesta de calle cívica, pacífica y valiente, para “que se escuche la voz del pueblo que no nació para hacer coro a un hombre, ni acepta ser condenado al silencio, protesta que no se agota en sí misma, porque tiene el sentido de ir construyendo la esperanza”. ¡Qué vivan los estudiantes!