El nuevo juicio contra el expresidente del Gobierno italiano Silvio Berlusconi acusado de corrupción por la supuesta compra de un senador para hacer caer al Gobierno de Romano Prodi en 2008 comienza hoy ante un tribunal de Nápoles (sur de Italia).
Pero esta primera audiencia será aplazada ya que el proceso pasará a otra sección del Tribunal, pues la jueza titular, Loredana Acierno, ha renunciado.
En este proceso se intentara esclarecer si Berlusconi pagó al senador Sergio De Gregorio tres millones de euros para que se pasase a su formación e hiciese caer de ese modo al Gobierno de su adversario Romano Prodi (2006-2008) durante una votación en el Senado.
También será juzgado el empresario y exdirector del diario “Avanti” Valter Lavitola, acusado de participar como mediador en el supuesto pago.
El exsenador De Gregorio fue condenado a ocho meses de cárcel al pactar la pena después de confesar que recibió los tres millones para pasar de su partido, Italia de los Valores (IDV), que formaba parte de la coalición gubernativa a las filas del entonces partido de Berlusconi, Pueblo de la Libertad (PDL).
Su voto y el de otros senadores que también abandonaron la mayoría en el Gobierno acabó produciendo la caída del Ejecutivo de Prodi durante una votación en el Senado en 2008.
En este nuevo proceso, Berlusconi no podrá contar con algún tipo de inmunidad o del llamado “legítimo impedimento” al haber dejado de ser parlamentario tras su expulsión del Senado ya que le fue aplicada la ley que impide sentarse en el Parlamento a los condenados a más de dos años de cárcel.
Esta primer audiencia llega después de la tormenta política que se desencadenó hace unos días tras la histórica decisión tomada por el presidente del Senado, Pietro Grasso, de personar la Cámara Alta como parte civil en el proceso.
El partido de Berlusconi, “Forza Italia”, lo consideró un ataque institucional contra su líder y un emboscada.
Berlusconi condenado en firme a cuatro años de cárcel por fraude fiscal por el caso Mediaset, tiene además otras dos causas pendientes.
El “caso Ruby”, en espera de que se resuelva la apelación, por el que Berlusconi fue condenado el pasado junio a siete años de prisión y a inhabilitación perpetua para el ejercicio de un cargo público por incitación a la prostitución de menores y abuso de poder.
Otra apelación en curso es por la condena de Berlusconi a un año de cárcel por el delito de violación del sumario con la publicación de escuchas telefónicas en el diario “Il Giornale”, propiedad de su hermano Paolo. EFE