El jefe de Estado venezolano, Nicolás Maduro, dijo hoy a sus seguidores que “llegó la hora” de salir a la calle en el cuarto día de conflicto en Venezuela, mientras grupos de estudiantes continuaban protestando después de que el pasado miércoles una manifestación terminara de forma violenta.
El presidente ofreció un discurso hoy después de que se realizara una marcha en Caracas a la que él mismo convocó “por la paz y contra el fascismo”, con la que quiso medir sus fuerzas ante la oposición y los estudiantes que han llamado a protestar a la calle por la muerte de tres personas y la detención de decenas el pasado miércoles.
“¿Quieren calle? vamos a darle calle a los que quieren calle ¿quieren al pueblo en la calle?, vamos pues, llegó la hora de la calle otra vez”, dijo el jefe de Estado al apuntar que “se trata de derrotar una corriente fascista que quiere acabar con la patria”.
Arremetió nuevamente contra el dirigente opositor Leopoldo López, a quien responsabiliza de organizar actos de violencia en el país, y le exigió que se “entregue” pues, aseguró, “un tribunal de la república ordenó su detención”, orden que aún no ha sido notificada al dirigente de Voluntad Popular (VP).
En la jornada de hoy, sin embargo, los señalamientos también se dirigieron al expresidente de Colombia Álvaro Uribe, a quien Maduro acusó de financiar “a los movimientos fascistas” que han coordinado las agresiones en Venezuela.
Además, indicó que Uribe pretendía, a través del canal de televisión “antivenezolano” NTN24 agitar al país y generar un clima de zozobra y miedo que culminara en un golpe de Estado.
El canal colombiano de noticias NTN24, que transmitía en Venezuela a través de varias operadoras de televisión por cable, fue sacado del aire por órdenes del Gobierno, como el mismo Maduro lo señaló, mientras cubría los sucesos del pasado miércoles “por generar zozobra”.
Maduro también señaló a su exrival en las elecciones presidenciales y gobernador del estado Miranda (centro) Henrique Capriles de ser responsable de lo que suceda en el territorio que gobierna pues allí, en el este de Caracas, se han asentado varias de las protestas contra el Gobierno central.
“Bueno gobernador de Miranda usted es el responsable de la paz o la violencia en su estado, igual los alcaldes (opositores) Gerardo Blyde (Baruta), Ramón Muchacho (Chacao), Carlos Ocarís (Sucre), si quieren apoyo, apoyo tienen, pero asuman su responsabilidad de garantizar la paz”, dijo.
Informó, además, que suspendió el servicio de metro y metrobús en esos municipios de Miranda donde gobierna la oposición porque varios autobuses y estaciones fueron supuestamente atacados por “los fascistas”.
Dijo que tal vez dirigentes de la oposición opinen que estos ataques “también” son su culpa y apuntó que culpa suya es “no haber metido presos antes que atacaran a esos fascistas”, algo de lo que, advirtió, se va a “curar”.
No obstante, el gobernante también advirtió que no aceptará “grupos violentos” en el campo del chavismo y pidió que quien quiera combatir con armas se vaya de ese movimiento, un día después de que la oposición y la Iglesia venezolana pidieran al Gobierno desarmar a esos colectivos en armas.
Entre tanto, estudiantes y opositores se concentraron en una plaza del este de Caracas para dar apoyo a las madres de los jóvenes detenidos tras los sucesos del miércoles que suman 150 según la oposición aunque en las últimas horas han sido liberados 112, mientras que el reporte oficial habla de 99 apresados y 25 liberados.
Machado invitó a participar mañana a una nueva concentración y reiteró que los venezolanos tienen derecho a estar en la calle, mientras que el dirigente estudiantil Juan Requesens aseguró que los universitarios no se doblegarán ni arrodillarán ante el Gobierno al tiempo que reiteró que la lucha de los estudiantes es pacífica.
“Los enemigos están en las altas esferas del poder, en esas pequeñas cúpulas que se siguen enriqueciendo con el erario público”, dijo Requesens tras reiterar que los estudiantes tienen claro contra quienes deben luchar.
Capriles también se pronunció hoy a través de las redes sociales para insistir en que las protestas de los estudiantes se deben hacer de manera pacífica, sin perder el foco y sin olvidarse de los “grandes problemas” que hay en Venezuela. EFE
Las madres venezolanas toman plaza Alfredo Sadel. Por sus hijos,por los tuyos. Por los de todos ! #Venezuela pic.twitter.com/K0WrH3NqrA
— Alexa Gómez (@alexagomez2000) febrero 15, 2014
Reuters destacó que los seguidores del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se preparaban el sábado en la capital Caracas para marchar en contra de las crispadas protestas opositoras de los últimos días, mientras manifestantes adversos al mandatario se congregaban al otro lado de la ciudad .
Maduro, heredero político del fallecido Hugo Chávez, ha dicho que enfrenta un intento de golpe de Estado y responsabilizó a líderes de la oposición por los sangrientos enfrentamientos de esta semana que han dejado tres muertos y centenares de heridos graves.
La televisora oficial convocaba a la marcha oficialista usando el eslogan de “No al fascismo”, mientras cientos se reunían en una importante plaza de la ciudad agitando pendones con mensajes como “La revolución es amor y paz”.
Al otro lado de la acera, la oposición ya casi acumula dos semanas en las calles de Caracas y otras ciudades, demostrando su descontento a la gestión de Maduro, un ex canciller a quien acusan de generar una crisis de inflación y crimen.
Las manifestaciones son la última prueba de fuerza entre el presidente y la oposición, que protesta por el rápido deterioro de la calidad de vida en el país miembro de la OPEP.
Pero las manifestaciones también expusieron una fractura dentro de la oposición, donde el mayoritario sector moderado liderado por el dos veces candidato presidencial Henrique Capriles sostiene que la violencia sólo favorece al Gobierno.
La noche del viernes, miles de manifestantes opositores que trancaron una autopista principal de la capital fueron replegados con bombas lacrimógenas y ráfagas de agua, en una batalla campal con los cuerpos de seguridad.
La mañana del sábado las calles de la zona amanecieron con paredes pintadas con grafitis, cristales rotos y escombros de las barricadas improvisadas por los protestantes, en su mayoría estudiantes.
“Aquí no se va a trancar más autopistas, no se debe trancar, no lo voy a permitir. Ya basta”, dijo el mandatario tarde el viernes mientras presentaba un “plan de pacificación” con el que espera atenuar los altos índices de inseguridad.
“Lamento que mi protesta colapse el tránsito, pero más lamento tu indiferencia”, se leía en una pancarta desplegada en la concentración opositora que empezaba a crecer el sábado.
Unas 74 personas aún están detenidas por los hechos del miércoles, cuando una manifestación que se inició pacíficamente terminó en un enfrentamiento entre bandos que generó destrozos. El viernes, la Fiscalía liberó a 25 detenidos.
“Mientras más represión del Gobierno, más firmes estaremos todos los días en las calles. Esta no es una lucha de un solo día. Esta es una protesta pacífica y vamos a ver frutos pronto”, dijo Andrea Fernández, estudiante opositora de 22 años con la bandera tricolor pintada en el rostro.
Buscando culpables
El “chavismo” ha culpado al unísono al líder opositor Leopoldo López de haber azuzado las manifestaciones para enmascarar un intento de golpe de Estado como el que brevemente desbancó a Chávez en el 2002.
Pero más de 48 horas después de emitir una orden de arresto en contra del economista educado en Harvard, López no había sido arrestado.
El Tribunal Supremo de Justicia emitió un ambiguo comunicado el sábado diciendo que “desarrolla las labores requeridas para iniciar el procesamiento de los responsables de los hechos violentos ocurridos, desplegados por la derecha venezolana en los pasados días”.
No quedó inmediatamente claro por qué las fuerzas de seguridad no han apresado a López. Pero su arresto podría intensificar más aún las protestas.
“Vamos a marchar por la paz, no queremos violencia. Esto es una lucha por el poder, todos quieren su cuota de poder (…) López tiene sus propios intereses”, dijo Jackeline Maceas, una administradora de 41 años que se preparaba para marchar hasta el centro de Caracas con una gorra roja de Chávez.
Adversarios de Maduro han criticado el “apagón informativo” que ha acompañado las protestas, con televisoras y periódicos locales prácticamente ignorando los hechos más violentos.
Usuarios en las redes sociales informaron que el proveedor estatal de Internet, CANTV, bloqueaba las imágenes en Twitter, mientras el canal colombiano de noticias NTN24 -el único que informó sobre las protestas- permanecía fuera del aire.
Sin embargo, la compañía estatal CANTV desmintió la noche del viernes que esté involucrada en el fallo.
Por su parte, el ministro de Ciencia y Tecnología, Manuel Fernández, dijo el viernes que unos 60 portales oficiales fueron afectados por “ataques cibernéticos”.