Quiero agradecer todos los mensajes de apoyo, críticas y sugerencias que he recibido. Los he leído todos y cada uno. Todos los recibo con humildad.
Como lo anuncié, lo ratifico. Voy a seguir en las calles. Acompañando a un pueblo que clama por un cambio. Por eso he decidido convocarlos este martes 18 de febrero a marchar hasta el Ministerio de Interior y Justicia. Allí parece estar hoy quien controla el poder en Venezuela. Allí esta la represión y es el símbolo de la opresión. Allá debemos ir y estaré en primera fila, para pedir cosas muy concretas.
Primero, que el Estado reconozca que es el responsable de los infames asesinatos de los estudiantes. Hay miles de pruebas de que es así. Segundo, que se libere a todos los que continúan ilegalmente privados de libertad.Tercero, que cese la persecución, las desapariciones y las torturas. Cuarto, que se desarme a los colectivos que actúan bajo el amparo de un Estado que está en la obligación de defender y proteger a los venezolanos.
También iré a dar la cara como he dicho. No tengo nada que temer, ni esconder. La verdad está con nosotros y sé que estamos del lado correcto de la historia. A los que quieran acompañarme en esta caminata, les pido que lo hagamos como siempre lo hemos hecho: de manera totalmente pacífica y les pido a todos que vayamos de blanco, porque nuestra bandera es la paz.
El Estado está obligado a proteger y brindar seguridad a esa marcha, pero de igual forma, solicitaremos acompañamiento diplomático, de la Iglesia y de medios de comunicación nacional e internacional para que sean veedores.
A quien quiera acompañarme, les pediré que lo hagan hasta determinado punto. Luego iré solo. No voy a permitir que sean expuestos mis compatriotas. Entregaré, en nombre de todos, las exigencias planteadas. Ustedes son dueños de su futuro. Vamos a reclamarlo. Estamos del lado correcto de la historia, estamos del lado de la justicia, estamos del lado de la verdad. Fuerza y fe.