Y es que ahora, el ejercicio del respeto a la constitución y a las leyes se intenta recuperar desde las calles. La “rebelión estudiantil” por tanto abuso de poder e inseguridad, salió de las aulas y se trasladó a las plazas públicas, a los campos y ciudades, contagiándonos a todos… y allí continúa. Son días difíciles, de confrontaciones duras, hechas como a prueba de hombría y de dignidad. “Después vendrá el silencio de la cárcel, de donde sólo saldrá junto con el grito de la libertad”.
En esta lucha que ya lleva 15 años, los tropiezos no nos han amilanado. Una y otra vez nos hemos levantado para continuar en la búsqueda del rescate de la justicia y la democracia en Venezuela. La única verdadera revolución que nos convoca a todos.
Hoy más que nunca debemos acerar el espíritu y el alma, lamernos las heridas, poner el miedo de lado y llenarnos del valor necesario para luchar contra el militarismo, castro-comunismo y la entrega descarada de nuestra soberanía.
No ha llegado la hora del reposo, son tiempos de vigilia, de compromiso y resistencia. Son horas para el músculo, para el pensamiento y la acción.
Los que ahora detentan el poder no podrán cambiar la historia y hasta los nombres de nuestras riquezas. El temple de nuestros próceres corre por la sangre de las nuevas generaciones cargadas de ideales, coraje y sueños. Y segura estoy que muy pronto, comenzaremos a escribir una nueva página de nuestra historia donde la Democracia y la libertad sean los signos del futuro.
“¡Fuerza! !Fuerza! !Fuerza! Y Fe. ¡Estamos en el lado correcto de la historia! !Estamos al lado de la verdad!”
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@nituperez