El mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán, considerado el narcotraficante más poderoso del mundo hasta su captura el sábado, inició una estrategia legal para eludir una esperada demanda de extradición desde Estados Unidos, donde le acusan de introducir masivos cargamentos de drogas.
Jennifer GONZALEZ COVARRUBIAS /AFP
Guzmán está recluido en el penal de alta seguridad “El Altiplano”, a unos 90 km de la capital. El domingo, el capo rindió declaración y fue informado de los cargos en su contra por delincuencia organizada y tráfico de cocaína en México. A más tardar el martes a las 21H00 GMT el juez debe decidir si lo enjuicia, informó el lunes el Consejo de la Judicatura Federal.
Paralelamente, en Estados Unidos se anuncian planes para reclamar la extradición del líder del cártel de Sinaloa, sobre quien existen numerosas acusaciones de cortes de justicia de numerosas ciudades, desde Nueva York a San Diego.
La oficina del Fiscal del Distrito del Este de Nueva York adelantó el domingo a la AFP que tienen intención de pedir la extradición de Guzmán.
Ante estos anuncios, los abogados de Guzmán introdujeron el domingo y este lunes sendos recursos de amparo para bloquear una eventual extradición a Estados Unidos, que deben ser revisados por un juez mexicano.
“El amparo contra la extradición se hace cuando se sabe que Estados Unidos la va a pedir y los abogados se adelantan a eso. No significa que vaya a prosperar, pero buscan que Guzmán permanezca en México y dilatar el caso”, explicó a la AFP Raúl Benítez Manaut, experto en seguridad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Benítez Manaut señaló que Guzmán debe ser juzgado primero en México y que después las autoridades podrán decidir si aceptan una extradición, que podría ser inmediata o al cumplir la pena que se le imponga en México. Para el experto, un juicio de esta trascendencia puede ser acelerado y durar solo unos meses.
Sin embargo, otros expertos consultados por la AFP señalan que Guzmán puede ser ya extraditado porque cuenta con una condena en firme en México, que acabaría de cumplir al regreso de una eventual pena en Estados Unidos.
El capo mexicano fue detenido en 1993 y condenado a 20 años de prisión pero logró fugarse de la cárcel en 2001.
– México estudiaría la solicitud –
Además de tener una condena inconclusa, una fuente ministerial de la fiscalía mexicana adelantó a la AFP que se presentarán nuevos cargos contra Guzmán por narcotráfico, uso de recursos de procedencia ilícita, delincuencia organizada y posesión de armas reservadas a las fuerzas armadas.
De su lado, el secretario (ministro) de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, dijo que prevén que Estados Unidos pida la extradición y que ésta será estudiada, pero que antes deberán obtener de la detención “la información que requerimos”.
Posteriormente “tendrá que reunirse el gabinete de seguridad para tomar la determinación que mejor convenga”, señaló Osorio Chong a la emisora privada Radio Fórmula.
Después de una fuga que se extendió por 13 años, Guzmán fue detenido la madrugada del sábado en uno de los apartamentos de un turístico condominio de la ciudad de Mazatlán (noroeste), en un operativo de la Marina Armada que contó con la colaboración de inteligencia de Estados Unidos.
Este lunes, Osorio Chong reveló que la actual esposa y dos hijas mellizas de Guzmán estaban presentes en la captura y que las tres fueron después liberadas.
Las mellizas nacieron en 2011 en un hospital de Los Angeles, California, ya que su madre, Emma Coronel, tiene la nacionalidad estadounidense y carece de cargos en su contra.
Coronel, quien es la tercera o cuarta esposa de Guzmán, se casó con 18 años con el capo en Las Canelas, un pequeño pueblo serrano de Durango (norte) donde llegó a ser reina de belleza local.
– Evitar “triunfalismos” –
En su primera mención en público a la captura de Guzmán, el presidente Enrique Peña Nieto pidió el lunes que este éxito no lleve a bajar la guardia en la lucha contra el crimen organizado.
Esta operación “acredita la eficacia del Estado mexicano pero de ninguna manera debe ser motivo para caer en triunfalismos”, dijo el mandatario en un evento militar.
Su detención es un claro ejemplo de “la aplicación de tecnologías y análisis de información, que son elementos claves que caracterizan a la estrategia de seguridad”, señaló Peña Nieto.
Tras meses de trabajos de inteligencia, la Marina Armada lanzó el 13 de febrero un amplio operativo en la ciudad de Culiacán, capital del estado de Sinaloa y feudo tradicional de “El Chapo”.
Para obtener información de sus movimientos fue empleado un dron estadounidense y para el operativo final en Mazatlán -a dónde había huido el capo ante el acoso en Culiacán- fueron claves las interceptaciones de teléfonos celulares, confirmaron a la AFP fuentes de seguridad de los gobiernos estadounidense y mexicano.
El cártel de Sinaloa es una de las organizaciones más involucrada en las sangrientas pugnas por el control del narcotráfico, que han causado decenas de miles de muertos en los últimos años en México.
Además de a Guzmán, el gobierno de Peña Nieto (2012-2018) también ha capturado a Miguel Ángel Treviño, líder de Los Zetas, considerado el segundo mayor grupo criminal de México tras el cártel de Sinaloa.