Así lo dije entonces por twitter y no faltó quien me dijera que había que darle el beneficio de la duda al “muchacho”, a pesar de ser el responsable del mayor caos y la corrupción más grande ocurrida en la historia del ministerio de Deporte, un ente que ha tenido al frente insignes depredadores y sobre todo “depredadoras” cuyo dolo se creía imposible de superar. Pero rompiendo marcas de aberraciones nadie parece ganarle a Rodríguez, sus últimas declaraciones muestran a viva voz sus aviezas intenciones como ministro de Educación.
En varias oportunidades el general Guacaipuro Lameda ha relatado una conversación privada en Miraflores entre Chávez, Giordani y él que viene a propósito de lo dicho por Rodríguez. Cuenta Guaicaipuro que no lo podía creer cuando oyó a Giordani afirmar que no se podía sacar de la pobreza a la gente porque mantenerla pobre era la mejor forma de poder controlarla.
Con el respeto que me ha merecido el General, siempre dudé de la veracidad de que Giordani dijera tal atrocidad. Solo le otorgué crédito a su relato años después, cuando el entonces ministro de Educación Adán Chávez afirmara que “la educación no debía ser para la movilidad social” y me dije que el juego con la pobreza del pueblo era la clave de la política del régimen.
Pasado el tiempo y cuando ya he dejado en el olvido aquellas terribles afirmaciones de Giordani y Adán Chávez, Héctor Rodríguez se ha encargado de recordarnos tan abominable política al afirmar, en modo más rústico y directo, que “No vamos a sacar a gente de la pobreza para llevarla a clase media, para que después aspiren a ser escuálidos”.