Algunos supermercados de la ciudad amanecieron este jueves custodiados por la Guardia Nacional, incluida la presencia de tanquetas, ante las kilométricas colas que se registran a diario para la compra de alimentos por parte de los tachirenses, que aprovecharon el día no laborable para dedicarle tiempo a este menester que en promedio demora más de tres horas, con la misión de abastecer sus despensas. lanacion.com.ve / Mariana Contreras
Desde las tres de la mañana las personas se abarrotaron para hacer cola en los supermercados, sin saber que había pero sí con la meta clara de comprar lo necesario. En la mayoría de establecimientos se encontraba gran parte de los productos de la cesta básica como arroz, harina pan, pasta, azúcar, leche en polvo, mantequilla, mayonesa, café, detergente en polvo, entre otros.
En uno de los súper por ambos lados los consumidores se organizaron en fila, era notorio el desespero de las familias por comprar víveres aunque se les garantizaba la existencia de los productos. “Uno no sabe si hace la cola y cuando llega no haya nada, eso molesta. A mí me ha pasado en otros comercios, duro hasta una hora en cola y cuando llego a la caja te dicen que se acabó”, comentó Maigualida Hernández.
A muchos parecía no preocuparles la presencia de efectivos castrenses, quienes aparentemente estaban ahí para garantizar el orden público y evitar cualquier alteración en vista del nerviosismo de las personas durante los últimos días, producto justamente del conflicto que se vive en la ciudad.
Las personas que pasaban frente a los supermercados se metían en la cola inmediatamente, otras se dedicaban a ojear las bolsas con el fin de averiguar qué productos estaban expendiendo y muchos preguntaban que había o si la gente se alejaba caminando, a su paso se encontraban gente preguntando donde lo había conseguido.
—Esto es así, toca como una familia, todos en cadena informarnos que hay y donde. Por lo que he visto están llegando los alimentos, porque en todos lados se ve papel, harina pan, aceite, leche, entre otros. Pero toca hacer el sacrificio y aguantar la cola, porque los supermercados están trabajando de otra forma—dijo Elza Peña.
En efecto las cadenas de supermercado de la ciudad están laborando con horario restringido, a puerta cerrada y controlando el ingreso de personas en pequeños grupos. Se conoció de manera extraoficial que los propietarios tienen temor de un saqueo como se ha presentado con otros establecimientos comerciales en la ciudad.
No obstante, los consumidores aseguraron que de llegar los productos y el Estado de garantía de existencia de los mismos, así como de que se repongan los inventarios, no tiene porque presentarse una situación irregular. “Solo queremos tener comida como cualquier persona normal, y prever en caso de una emergencia. No creo lleguemos hasta otro punto, mientras el gobierno nos proporcione los alimentos”, enfatizó José Casique.
Colas a la orden del día
Las colas estuvieron a la orden del día este jueves no laborable, los cajeros automáticos estaban full de personas desesperadas porque las entidades financieras no laboran jueves 27, viernes 28, lunes 3 y martes 4, lo que implica que abrirán sus puertas hasta el miércoles 5 de marzo.
En las estaciones de servicio que estaban abiertas había algo de cola, así como en las pocas panaderías que se atreven a subir la santamarías donde la fila de personas se observa desde la parte externa en espera de comprar pan o productos de charcutería. El comercio en forma general se mantiene semi-paralizado, muy pocos se atreven a abrir por temor a la inseguridad así como a la falta de transporte. Algunos restaurantes solo ofrecieron comida para llevar y las farmacias despacharon desde la ventana. Ya al final de la tarde la ciudad empieza a lucir despejada, como en abandono, no se ve gente en las calles ni movimiento comercial, muy pocos vehículos circulando, muchos motorizados, las barricadas trancando el acceso a varios sectores, todo el mundo encerrado en su casa, en fin una ciudad atípica desde hace 15 días aproximadamente cuando se iniciaron las protestas en San Cristóbal.