Durante la noche de este martes, Chacao vivió otro capítulo de fuerte represión, cuando la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) se enfrentó por más de cuatro horas con los manifestantes lanzando gas lacrimógeno, perdigones y aplicando cortes de luz en la zona. Ayer, la protesta también exigió justicia por el asesinato en el Táchira de Daniel Tinoco, reseña la periodista Elkis Bejarano del diario El Universal.
Al finalizar los enfrentamientos en Altamira, los jóvenes manifestantes se trasladaron hasta las estrechas calles de Chacao para protestar lanzando piedras y botellas contra los edificios públicos ubicados en la avenida Francisco de Miranda, entre la estación del metro homónima y el enlace hacia la avenida Libertador.
Cerca de las siete de la noche, diagonal a la calle Elice de Chacao se instaló un contingente de la GNB. Por la avenida circularon 9 tanquetas, dos ballenas, más de sesenta motorizados con sus compañeros, unos veinte rústicos Toyota y dos camiones de traslado de personal.
Los manifestantes comenzaron a replegarse hacia la avenida Arturo Uslar Pietri y las transversales de la zona, pero continuaban lanzando piedras, botellas, armando barricadas y quemando basura. En la avenida la GNB se organizaba para iniciar su operativo que intentaba replegar a los que protestaban. Minutos más tarde se inició una lluvia de bombas que invadió el cielo de Chacao con su estela de humo blanco efervescente.
Los gases hacían correr a los observadores. Desde las ventanas se escuchaban gritos de desespero por la dificultad para respirar, también insultos y cacerolas. Abajo, los más osados tomaban las bombas con las manos y las ahogaban en agua o las regresaban.
La agencia AFP destacó que Manifestantes y efectivos de de la Guardia Nacional volvieron a enfrentarse el martes en la noche. Con gases lacrimógenos y la ballena volvieron a aparecer anoche, a un mes de protestas estudiantiles opositoras, constató un periodista de la AFP.
A esta hora 12:53am 12M Acceso al casco de @Chacao es extremadamente limitado. La mayoría del sector sin flujo eléctrico @ramonmuchacho
— Juan Solano (@solanojuanc) marzo 12, 2014
11M 10:38pm a esta hora la GNB continúa lanzando bombas lacrimógenas en el casco de @Chacao calles Elice y Uslar Pietri. Exceso de gas!
— RAMÓN MUCHACHO (@ramonmuchacho) marzo 12, 2014
12M 12:40am A esta hora la GNB sigue lanzando bombas lacrimógenas en el casco de @Chacao Brutal!
— RAMÓN MUCHACHO (@ramonmuchacho) marzo 12, 2014
Como ha ocurrido en las últimas semanas, se esperaba que a finales de la tarde se iniciara el enfrentamiento entre los jóvenes y las fuerzas antimotines en la Plaza Altamira, en Chacao, pero se logró una tregua entre ambas partes que abandonaron el lugar.
Sin embargo, en horas de la noche, un grupo de jóvenes bloqueó en un punto la avenida Francisco de Miranda, en Chacao, comenzando a arrojar bombas caseras a infraestructuras gubernamentales, tras lo que intervinieron las fuerzas militares antimotines.
“Encapuchados atacaron sedes del Minfra (Ministerio de Infraestructura) y la DEM (Dirección Ejecutiva de la Magistratura) con (bombas) molotovs. GNB ya en el sitio”, escribió el alcalde de Chacao, Ramón Muchacho, en su cuenta de Twitter.
El fuerte intercambio de piedras y bombas caseras por lacrimógenas continuó durante más de tres horas de la noche del martes en una calle cercana a la concurrida avenida, acompañado por los gritos de los vecinos, quienes además tocaron sus cacerolas en señal de protesta.
Hasta el momento, no ha habido registros de heridos ni lesionados.
Caracas y otras ciudades venezolanas, como Mérida, Valencia, Barquisimeto y Maracay, son sacudidas desde hace un mes por protestas opositoras en las que se produjeron incidentes, tras los que se han contabilizado al menos 21 muertos y más de 300 heridos.
Las protestas estudiantiles opositoras iniciaron el 4 de febrero cuando manifestantes de San Cristóbal (occidente) denunciaron el intento de robo y violación de una universitaria. Luego, se multiplicaron por distintas localidades sumando reclamos contra la crisis económica, con una inflación anualizada de 56%, la represión excesiva de las fuerzas policiales y la detención de activistas y dirigentes políticos de la oposición.