La comunidad internacional está realizando un esfuerzo sin precedentes desde el espacio para rastrear un avión de pasajeros malasio, con operadores satelitales, agencias gubernamentales y países rivales barriendo dos océanos buscando restos o datos.
Seis días después de que el Boeing 777 de Malaysia Airlines desapareció con 239 pasajeros a bordo, la búsqueda se ha ampliado al Mar de Andamán, al noroeste de la Península de Malasia, con sólo una clave recibida desde la órbita -un efímero “ping” detectado cinco o seis veces después de que el avión perdió el contacto.
Las agencias de ayuda en caso de desastres y los gobiernos están cooperando más allá de las divisiones políticas, y ante la ausencia de una investigación formal están encontrando maneras informales de compartir información, incluso a través de la agencia meteorológica de China, dijo una persona involucrada en la investigación.
“No he visto este nivel de participación de satélites en una investigación de un accidente antes”, dijo Matthew Greaves, jefe del Centro de Seguridad y de Investigación de Accidentes de la Universidad de Cranfield en Bedford, Inglaterra. “Sólo se va a volver más importante hasta que encuentren algún resto”, agregó.
Varios gobiernos están usando las imágenes satelitales -plataformas que toman fotografías de alta definición- mientras examinan los datos provistos por satélites privados del sector de comunicaciones.
China dice que ha desplegado 10 satélites en la búsqueda, en un recordatorio de su creciente influencia en el espacio.
Estados Unidos está usando todos los recursos con los que pueda ver la zona en cuestión, incluidos satélites electro-ópticos de muy alta resolución que pueden identificar la matrícula de un automóvil desde el espacio, dijeron funcionarios del Gobierno.
“Hay muchos satélites revisando esa zona del mundo”, dijo una fuente con conocimiento de la red nacional de seguridad de satélites de Estados Unidos.
Pese a haber conquistado el espacio, las potencias con satélites en órbita se han visto impotentes ante la escala de la tarea que enfrentan en la Tierra.
“Es como hallar una aguja en un pajar y el área es enorme. Hallar cualquier cosa con rapidez va a ser muy difícil”, dijo Marc Pircher, director del centro espacial francés en Toulouse, operado por la agencia espacial local CNES.
“El área y la escala de la tarea es tal que un 99 por ciento de lo que se recibe son falsas alarmas”, agregó.
Sin evidencias sólidas sobre la dirección en la que avanzaba el avión, si se estrelló o si aterrizó en algún lugar, las autoridades aún deben lanzar una investigación oficial. Hasta que se respondan esas preguntas, sigue siendo incierto qué país sería responsable de las pesquisas. Reuters