La noticia confirmada por el ministro de Interior, Justicia y Paz, Miguel Rodríguez Torres, sobre las 7:30 de la noche del pasado miércoles, en cuanto a la detención en Caracas por parte del Sebin del alcalde Daniel Ceballos y las amenazas de protestas de este jueves, mantuvieron a la ciudad de San Cristóbal un tanto “anestesiada”, con un transporte público sin funcionar y un comercio a medio abrir. lanacion.com.ve / Augusto Medina
Lo único que parecía no tener el efecto de la “noticia Ceballos” fue el sector de los conductores que seguían haciendo largas colas en las estaciones de servicio. Parecía que había una población a la que muy poco le interesaba lo de la detención del burgomaestre, pues salieron a trabajar y desde temprano se observaba fuerte afluencia de transeúntes en el centro de la ciudad, pero otro sector manifestaba su inconformismo y ante la incertidumbre de lo que pudiera pasar, se presentaron los primeros brotes de desórdenes en la golpeada San Cristóbal.
La noticia se regó como pólvora y todo el mundo en el estado Táchira -más que la información internacional sobre la decisión del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, de destituir al alcalde de Bogotá, Gustavo Pietro, por el juicio que se le seguía por no haber recogido la basura en esa metrópoli- buscaba con ansias detalles sobre lo que se conocía en Caracas: “el Sebin detuvo al alcalde Daniel Ceballos”.
La noche transcurrió en silencio, solo algunas cacerolas; muchos quizá pensaban en lo que podría pasar cuando saliera el sol; aunque no hubo actos de violencia, sí se dieron pronunciamientos encontrados y algunas protestas que dejaban a la ciudad de San Cristóbal con solo medio día de trabajo y totalmente “anestesiada”.
Amenazaron a compradores del Garzón
Sobre las 7:30 de la mañana, el acceso a San Cristóbal por la vía a los llanos se vio afectado, cuando se conoció que un grupo de motorizados -con armas en mano- llegó a la entrada del hipermercado Garzón y amenazó a los compradores, que ya estaban en grandes cantidades haciendo la cola.
Allí comenzó el “despelote”, pues muchos optaron por salir en contravía y el paso hacia el Terminal de Pasajeros se congestionó, hasta el punto que los vehículos que venían por la vía a los llanos se detuvieron y otros se regresaron, quizá presintiendo que había desórdenes en la redoma de la ULA y el Terminal, hecho que fue desvirtuado cuando se conoció lo de los motorizados.
En un comunicado, el grupo de Empresas Garzón hizo del conocimiento público que: “debido a circunstancias suscitadas en el día de hoy (ayer) alrededor de nuestra sucursal Rotaria, tuvimos que suspender la atención a nuestra clientela, pero esto no quiere decir que vamos a cerrar hasta nuevo aviso. Es así como les esperamos a partir de mañana -viernes 21 de marzo-, donde con gusto les atenderemos”.
Centro despejado
Tal como se constató en horas de la mañana de este jueves, el centro de la ciudad estuvo despejado, con mucha movilidad y con bastante gente tratando de llegar a sus puestos de trabajo.
No hubo transporte público, como se ha venido presentando desde hace varios días, excepto en las rutas que a su propio riesgo lo hacen, como Santa Teresa-Las Lomas, una que otra hacia los municipios aledaños y las de Rómulo Gallegos, Santa Ana y Brisas del Palmar hacia la zona sur. En el centro, el comercio abrió a medias, sobre todo cuando unos estudiantes llegaron a cerrar la 5ta y 7ma. avenidas.
Cerrado comercio en La Concordia
Uno de los lugares donde se sintió con mayor intensidad la “anestesia” de la ciudad fue en La Concordia, donde en un 90% el comercio bajó sus Santamaría, quizás previendo que se pudieran presentar desórdenes públicos, situación que se extendió hasta el Terminal de Pasajeros.