Una veintena de cadáveres han sido hallados y 23 personas rescatadas en una casa en Ibadan, en el suroeste de Nigeria, donde supuestamente habían sido víctimas de asesinatos rituales y estado cautivas durante años.
La bautizada por la prensa nigeriana como “La casa de los horrores” era supuestamente un “escondite de asesinos rituales”, dijo una de las víctimas rescatadas por la Policía en el bosque cercano de Soka, informó hoy el diario local “The Punch”.
La Policía halló el pasado sábado numerosos cadáveres en avanzado estado de descomposición y a 23 personas que permanecían cautivas en la vivienda y los bosques que la rodean, en el estado nigeriano de Oyo.
La mayoría de las personas rescatadas habían sido secuestradas y se encontraban en un grave estado de desnutrición además de haber sido torturadas.
Una de ellas, que quiso mantener su anonimato, declaró haber sido secuestrada en septiembre de 2013 y ahora se recupera junto a otras siete víctimas en el hospital de Adeoyo Hospital, en Ibadan, una de las ciudades más importantes del país.
“Recuerdo que abandoné mi hogar en Okebola y me dirigía a Challenge. Me subí a un taxi y eso es lo único que recuerdo hasta que la Policía nos rescató”, relató la mujer.
No obstante, en declaraciones recogidas por el diario nigeriano, admitió también recordar “ver a gente caer, algunos que se marchaban y nunca volvían. Pero eso no significó nada para mí hasta el sábado. Fue como si me levantara de una siesta”.
La Policía de Oyo ha detenido a un hombre por su supuesta relación con el macabro hallazgo y también se ha incautado de armas y munición en el interior de la vivienda.
“Un centenar de jóvenes rastreaban la zona en busca de dos ciclistas desaparecidos. Ellos descubrieron un recinto a medio construir donde se encontraron a dos mujeres y cinco hombres encadenados”, recoge el informe policial sobre el hallazgo de la casa.
Según residentes de Ibadan, todo apunta a que el lugar se había destinado a asesinatos para ceremonias rituales, en un país como Nigeria donde la magia negra y el vudú son prácticas muy extendidas.
“Hay cuerpos en descomposición y más de 50 cráneos”, aseguró Comrade Rasheed, uno de los vecinos.
“Encontramos a una mujer que dijo haber dado a luz para sus captores. Rescatamos a mucha gente todavía con vida y un cadáver de una fosa séptica”, continuó.
Familias cuyos miembros se encuentran en paradero desconocido han visitado estos días el paraje para buscar pistas sobre sus allegados.
Un hombre, al parecer vinculado a quienes regentaban la casa de los crímenes, fue quemado vivo en una carretera cercana al bosque, relataron varios testigos. EFE