Sobre la persecución contra @mariacorinaYa es importante realizar algunas apreciaciones, sin pretender ser abogado ni conocer el expediente. En primer lugar, es público y notorio que ella no aceptó ser embajadora de Panamá, ya que para que se cumpla ese extremo el Congreso de dicho país debe aprobarlo, ella tendría que ser panameña y evidentemente debería renunciar a su condición de parlamentaria y a su actual nacionalidad. Además existe un antecedente y fue precisamente Venezuela quien le cedió el derecho de palabra a Zelaya en el marco de su destitución y anteriormente durante el gobierno de Noriega un ciudadano panameño había hecho lo propio sin que por ello, la dictadura de Noriega lo acusara de traidor a la patria.
Después @mariacorinaYa pidió un derecho de palabra en el Consejo Permanente de la OEA, no en el Consejo de Ministros del gobierno de Panamá o en el gabinete de guerra de dicho país. La OEA es una instancia que tiene competencia sobre derechos humanos, defensa de la democracia y de las libertades civiles de los estados de América en donde se incluye todavía Venezuela. La actitud de Maduro y Aristóbulo raya en la locura porque colocan al foro de la OEA como campo enemigo de Venezuela, a pesar de que tienen mayoría gracias a los petro-votos del Caricom.
Sobre la forma autoritaria no hay calificativo que valga distinto a barbarie, pre estado de derecho. Decidir en una reunión del PSUV que todos los electores del Hatillo, Baruta y Chacao, que en un porcentaje cercano al 80 por ciento votaron por María Corina se quedan sin diputado es impensable. Pero, en el gobierno de Cabello, todo esto y más puede ocurrir y ocurrirá.
Cuál es la racionalidad política que mueve este tipo de acciones?, es probable que en el PSUV haya un consenso en migrar hacia un sistema abiertamente dictatorial, donde día a día se prescriba de guardar las formas democráticas o puede ser una estrategia de provocación para incitar protestas violentas, reprimir y sacar de la agenda pública el descontento social y el malestar ocasionado por la devaluación del Sicad II, la escasez, la delincuencia, la inflación y lo que a todas luces parece el desmoronamiento del modelo económico del PSUV. Otro escenario posible es que la élite del PSUV compró la hipótesis de la guerra civil y actúa como si María Corina, Leopoldo, usted y yo somos enemigos externos que tarde o tempranos deben ser exterminados.
Confieso no tener clara la motivación del PSUV en estas conductas, pero sí estoy convencido que las mismas los conducen a la pérdida de apoyo popular, lo que más temprano que tarde los eyectará del poder. La última encuesta de Datanálisis habla de una caída en la popularidad de Maduro de 10 puntos, dice que más del 70 por ciento del país siente que la situación económica está muy mal y que 72% del país está de acuerdo con protestas pacíficas. En este último porcentaje es evidente que hay muchas personas que en el pasado eran chavistas.
El PSUV sigue cometiendo errores porque hace política desde el odio y cuidando el poder y sus privilegios. Nosotros, los que buscamos un cambio, debemos salir al encuentro de las necesidades de la gente. Es necesario reorientar la protesta para convertirla en masiva, en un movimiento nacional. Maduro fracasó, tenemos que hacer un trabajo evangelizador con el pueblo, no acusarlo de vendido o chavista, ahí está la vía para superar el caos y la misoginia de estos bárbaros.
Carlos Valero
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